domingo, 28 de febrero de 2010

La Sabiduría del Silencio

Habla simplemente cuando sea necesario. Piensa lo que vas a decir antes de abrir la boca. Sé breve y preciso ya que cada vez que dejas salir una palabra, dejas salir al mismo tiempo una parte de tu chi.
Sólo de esta manera aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía.

Nunca hagas promesas que no puedas cumplir. No te quejes y no utilices en tu vocabulario términos que proyecten imágenes negativas, porque se producirá alrededor de ti todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de chi.

Si no tienes nada bueno, verdadero y útil qué decir, es mejor quedarse callado y no decir nada. Aprende a ser como un espejo: escucha y refleja la energía.

El universo mismo, es el mejor ejemplo que la naturaleza nos ha dado de un espejo, porque el universo acepta sin condiciones nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones, y nos envía el reflejo de nuestra propia energía bajo la forma de las diferentes circunstancias que se presentan en nuestra vida.

Si te identificas con el éxito, tendrás éxito. Si te identificas con el fracaso, tendrás fracasos. Así podemos observar que las circunstancias que vivimos son simplemente manifestaciones externas del contenido de nuestra habladuría interna. Aprende a ser como el universo, escuchando y reflejando la energía sin emociones densas y sin prejuicios.

Porque siendo como un espejo sin emociones, aprendemos a hablar de otra manera, con el poder mental tranquilo y en silencio. Sin darle oportunidad de imponerse con sus opiniones personales y evitando que tenga reacciones emocionales excesivas, simplemente permite una comunicación sincera y fluida.

No te des mucha importancia y sé humilde, pues cuanto más te muestras superior, inteligente y prepotente, más te vuelves prisionero de tu propia imagen y vives en un mundo de tensión e ilusiones.

Sé discreto, preserva tu vida íntima. De esta manera te liberas de la opinión de los otros y llevarás una vida tranquila volviéndote invisible, misterioso, indefinible, insondable como el Tao.

No compitas con los demás, vuélvete como la Tierra que nos nutre, que nos da lo que necesitamos. Ayuda a los otros a percibir sus cualidades, a percibir sus virtudes, a brillar. El espíritu competitivo hace que crezca el ego y crea conflictos inevitablemente.

Ten confianza en ti mismo, preserva tu paz interna evitando entrar en la provocación y en las trampas de los otros. No te comprometas fácilmente. Si actúas de manera precipitada sin tomar conciencia profunda de la situación, te vas a crear complicaciones. La gente no tiene confianza en aquellos que muy fácilmente dicen “sí”, porque saben que ese famoso “sí” no es sólido y le falta valor.

Toma un momento de silencio interno para considerar todo lo que se presenta y toma tu decisión después. Así desarrollarás la confianza en ti mismo y la sabiduría. Si realmente hay algo que no sabes, o no tienes la respuesta a la pregunta que te han hecho, acéptalo.

El hecho de no saber es muy incómodo para el ego, porque gusta de saberlo todo. Siempre quiere tener la razón y dar todo el tiempo su opinión muy personal. En realidad el ego no sabe nada, simplemente hace creer que sabe.

Evita el hecho de juzgar y de criticar. El Tao es imparcial y sin juicios, no critica a la gente, tiene una compasión infinita y no conoce la dualidad. Cada vez que juzgas a alguien lo único que haces es expresar tu opinión muy personal, y es una pérdida de energía. Es puro ruido. Juzgar es una manera de esconder tus propias debilidades.

El sabio tolera todo y no dirá ni una palabra. Evita el hecho de juzgar y de criticar, Recuerda que todo lo que te molesta de los otros es una proyección de todo lo que todavía no has resuelto de ti mismo.

Deja que cada quien resuelva sus propios problemas y concentra tu energía en tu propia vida.
Ocúpate de ti mismo, no te defiendas. Cuando tratas de defenderte, en realidad estás dándole demasiada importancia a las palabras de los otros y le das más fuerza a su agresión.

Si aceptas el no defenderte, estás mostrando que las opiniones de los demás no te afectan, que son simplemente opiniones y que no necesitas convencer a los otros para ser feliz. Tu silencio interno te vuelve impasible. Haz regularmente un ayuno de la palabra, para volver a educar al ego que tiene la mala costumbre de hablar todo el tiempo.

Practica el arte de no hablar. Toma un día a la semana para abstenerte de hacerlo. O por lo menos algunas horas en el día, según lo permita tu organización personal. Este es un ejercicio excelente para conocer y aprender el universo del Tao ilimitado, en lugar de tratar de explicar con palabras qué es el Tao.

Progresivamente, desarrollarás el arte de hablar sin hablar, y tu verdadera naturaleza interna reemplazará tu personalidad artificial, dejando aparecer la luz de tu corazón y el poder de la sabiduría del silencio. Gracias a esta fuerza atraerás hacia ti todo lo que necesitas para realizarte y liberarte completamente.

Pero hay que tener cuidado de que el ego no se inmiscuya. El poder permanece cuando el ego se queda tranquilo y en silencio. Si tu ego se impone y abusa de este poder, el mismo poder se convertirá en un veneno y todo tu ser se envenenará rápidamente.

Quédate en silencio, cultiva tu propio poder interno. Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo. No trates de forzar, manipular y controlar a los otros. Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son, o lo que tienen la capacidad de ser.

Dicho en otras palabras, vive siguiendo la vida sagrada del Tao.

(Texto Taoísta).

sábado, 27 de febrero de 2010

Oremos por Chile

Nuevamente la noticia cimbra nuestras raíces: ¡ahora Chile! La Madre, la Tierra, continúa con los dolores del parto planetario. Y, porque Somos Uno, nos duele a todos…

Oremos por ChileDesde México nos unimos en oración y en un abrazo solidario con ese querido país y sus entrañables habitantes del Cono Sur. Que la Luz no se apague, que al contrario se intensifique. Que a través del dolor y los convulsos movimientos de Gaia, desde sus entrañas resurja la esperanza en esa Nueva Tierra, donde habrán de imperar la Luz y el Amor.

Querid@ herman@ chilen@:
La Luz de Dios te rodea
El Amor de Dios te envuelve
El Poder de Dios te protege
Y la Presencia de Dios vigila siempre sobre ti.
Donde quiera que estés, Dios -la Luz- está contigo
Y todo está bien…

Comparto igualmente aquí, el mensaje de Roberto Cabrera Olea, enviado esta mañana desde Valparaíso, Chile:

SÓLO AMOR, CONFIANZA Y LUZ PARA CHILE
Queridos amigos y amigas de Chile y del resto del planeta, que nos acompañan en el amor:

En mi país la tierra se sacudió de una forma terrible. Se siente dolor, pena y miedo en el aire, a estas alturas hay 122 muertos y seguro serán más, se han caído casas, puentes y edificios, se abrió la tierra y la sensación de incertidumbre es fuerte en el ambiente.

Si les escribo no es para acrecentar estos sentires, sino para aportar al entendimiento de estos sucesos. Este terremoto es parte de algo mayor, la conciencia humana y la de la Tierra se están moviendo para conquistar algo mejor.

Sé que no es fácil asumir que estos movimientos limpian, ya que hay muchas almas que parten y muchas personas pierden aquello que les daba su estabilidad, como sus casas y pertenencias, pero es necesario decir que mientras con mayor amor, aceptación, confianza y luz visualicemos estos sucesos, más grandes serán los portales por donde entre el Amor del Universo.

Nadie quiere sufrir, pero si le sumamos más miedo, más fuerte será todo.

Para mis hermanos de Chile, visualicemos amor para la Tierra y para quienes lloran en estos momentos, y para mis hermanos del resto del mundo, les pido lo mismo... Sólo Amor, Confianza y Luz para esta hermosa y bendita Tierra que se atreve a sostener un importante cambio.

Gracias por estar y por vuestro amor.
Roberto Cabrera Olea
magomirdin@gmail.com
http://www.automaestria.ning.com/

jueves, 25 de febrero de 2010

Proyecto: Amando México

Quizás esta entrada pueda parecer un tanto “localista”. Sé que este blog -para mi fortuna-, se lee ya en varios países del mundo, ¡gracias infinitas a nuestros lectores! Sin embargo, si bien el tema a tratar señala específicamente a México, creo que después de todo, en otras latitudes -en alguno que otro país además del nuestro-, es posible que este asunto resuene como algo familiar.
Proyecto: Amando MéxicoPor segundo día consecutivo recibí hoy, en mi correo personal, un mensaje titulado “Bicentenario”. ¿Asunto? México cumple este año 2010, dos siglos de Independencia, y 100 años de la Revolución celebrada en el país. Dicho mensaje señala que -en realidad- como mexicanos, no tenemos mucho qué celebrar ya que ocupamos notorios lugares, a nivel mundial, en inseguridad pública, bajo nivel educativo, secuestros, criminalidad, violencia intrafamiliar, contaminación ambiental, etc., etc.

De pronto, me dije: ¡suficiente! Ya basta de estar continuamente auto flagelándonos, denigrándonos, despreciándonos a nosotros mismos en una especie de masoquismo colectivo. Es momento en que comencemos a ver las cosas de manera diferente.
Porque, “cuando cambias la forma de ver las cosas, las cosas cambian de forma” como tan sabiamente lo ha dicho Santiago Pando, creador del film "Creer es Crear", gran detonador de la apertura de conciencia no sólo en México, sino en muchos otros países. Ser verdaderamente “re-evolucionario”, orgullosamente mexicano, quien se ha quitado la venda del pesimismo y derrotismo, para mirar hacia el futuro con los ojos del corazón, bajo la lente de la fe y la esperanza en un bien común. Les dejo aquí con uno de sus más recientes mensajes, su excelente:

PROYECTO: AMANDO MEXICO

"México está viviendo un momento de turbulencia y transformación. Es el colapso de un viejo sistema de creencias y el nacimiento de una nueva conciencia colectiva. Unidos formamos un Ser de Luz colectivo.

El viejo sistema, la razón de los buenos contra los malos, muere cuando se logra la unidad, Todos Somos Uno, en el corazón.

Para ello hay que trascender las diferencias, políticas, religiosas, económicas, raciales y culturales, que nos dividen y enfrentan.

Amando México lo transformamos. Sólo se puede amar desde el corazón del Todos Somos Uno. La razón divide, el corazón une.

Hay dos opciones de vivir nuestro ahora: sufriendo o Amando México. La razón del miedo nos hace sufrir. El amor a la verdad nos libera.

Estrategia: Hacer una campaña viral para conectarnos a una vibración: Amando México. ¿Qué haces? Amando México. ¿Cómo ayudo? Amando México.

Si en vez de quejarnos, criticar y ver todo de manera negativa, comprendemos que lo que vivimos es parte de un proceso, y que tanta incertidumbre tiene un para qué divino, estamos Amando México.

Si en lugar de hablar mal de nuestros enemigos, los vemos con ojos de perdón, estamos amando México. Si en vez de juzgar a los políticos les tenemos compasión, entonces estamos Amando México.

Todo, cualquier circunstancia, la podemos mirar desde la razón: juzgándola; o con el corazón: sin juzgar. Todo es lo que es. Y está en sincronía con la verdad superior.

Somos espejos los unos de los otros. Amando México es amarse a sí mismo. Un pequeño cambio es el inicio de las grandes transformaciones. Nadie tiene la culpa, cuando todos somos responsables.

La razón reacciona. El amor del corazón acciona. Amando México. Amando al enemigo. Amando al diferente. Amando al prójimo. Amándonos".

Santiago Pando.

http://www.creerescrear.com/

sábado, 20 de febrero de 2010

Un mágico encuentro

NUNCA ES TARDE PARA SENTIRSE PLENAMENTE VIVO
Abra su corazón y experimente la profunda alegría de vivir en armoníaUn mágico encuentroPor Julio Andrés Pagano.

Por favor, deténgase. Deje de correr. No importa que no nos conozcamos. Siéntese. No se asuste. Sé que la espiritualidad no le interesa, porque me lo acaba de decir. No importa. La vida nos está regalando la oportunidad de compartir un instante. Puede que le resulte extraño. Lo comprendo. En unos momentos sabremos por qué el destino cruzó nuestros caminos. Aprenda a confiar. Respire profundo. Sienta la vida. Su universo y el mío son convocados a un mágico encuentro.

Si considera que hablando desahogará su tensión, lo escucho... Tiene razón. No está acostumbrado a que lo pare un desconocido por la calle y le pida que se siente a dialogar. Estamos viviendo tiempos raros, ¿no? Podría robarle o intentar golpearlo si estuviese resentido por mi mala suerte. Quédese tranquilo, mi locura es sana. Sé que mis comportamientos son atípicos, pero disfruto abriendo mi corazón.

No se aleje. La sensibilidad no tiene que ver con asuntos sexuales. No se deje confundir por la mente. Abra también su corazón y podremos hablar el mismo lenguaje. Nos comunicaremos más allá de las palabras. ¿Cree que será menos hombre por eso? Sentir es lo que impide que veamos al otro como un medio para alcanzar nuestros fines, es lo que nos impulsa a renovar la confianza en que nunca es tarde para empezar de nuevo, es lo que facilita que el amor brote sin pausas y la esperanza siga latiendo.

Espere. No se vaya. Aunque corra más rápido el día no le alcanzará. La sensación de aceleración que está experimentando no se debe a que esté envejeciendo. Pregúntele a los jóvenes, comparten la misma impresión. El día se acortó para todos. Por más que en cada jornada el reloj marque igual cantidad de minutos, la sensación es que el día tiene sólo 16 horas, por eso nunca nos alcanza. Busque en internet sobre la resonancia Schumann y entenderá lo que le digo. Quizás descubra que no corre porque esté apurado, sino porque siente que la vida se le escapa.

Míreme a los ojos. Preste atención. Escúcheme con todo su ser: si siente que la vida se le esfuma, ¿por qué sigue negándose a cumplir con sus anhelos más profundos? Las limitaciones están dentro nuestro. Deje de jugar al pobre de mí. Crezca. Asuma su poder co-creador. Llame de regreso a la voluntad y a la actitud positiva, dígales que no está dispuesto a dejar morir sus sueños.

Anúncieles que está de pié y con la firme determinación de emprender su obra más preciada, ser feliz. Así me gusta... Sus ojos están brillando. Su rostro se ilumina. Un ángel le está dibujando una cálida sonrisa, déjesela para siempre. Sienta la tibieza de sus lágrimas. Relájese. Experimente la sanación de su cuerpo emocional.

Ahora lo sabe. No era difícil. Sólo tenía que animarse a cambiar. ¿Vio que no perdió su hombría por abrir el corazón? Sí, sonría, usted ya no es el mismo. Acaba de renacer. Agradezco la oportunidad de presenciar la transformación de un hombre en un HOMBRE. De ahora en más, a donde quiera que vaya, marcará la diferencia. Su vibración ayudará que otros anhelen vivir en paz y comprendan la importancia de sentirse en armonía.

Aunque le cueste asimilarlo, este encuentro no fue casual. Nada está librado al azar. La sincronicidad agendó esta cita. La vida quería enseñarle que la espiritualidad no consiste en vestirse de blanco, saber recitar un mantra o en decir de memoria una oración religiosa, sino en abrir el corazón para sentir. Vuelvo a agradecer. Ser testigo de la luz que libera el espíritu cuando vuela, renueva mi confianza en la existencia.

No lo demoro más. Ojalá dentro de muy poco lo vea, sentado en este mismo banco de la plaza, hablando con un desconocido. Quiera Dios que se atreva a dar el paso que marcó la diferencia. Ahora comprendo mi enseñanza. ¿Quiere saber cuál fue el paso? El que hizo que me acercara a usted, movido por mi corazón, venciendo mis temores y prejuicios. Para todos comienza un nuevo año, para usted comienza la vida. Gracias por ayudarme a crecer. Siempre recordaré este mágico encuentro.

http://www.proyecto-despertar.com.ar/

miércoles, 17 de febrero de 2010

Nadie te ofende...

¡Tú te ofendes!
Las personas pasan la mayor parte de su vida sintiéndose ofendidas por lo que “alguien” les hizo. La revelación sorprendente que te voy a hacer, va a cambiar tu vida: ¡nadie, nunca jamás te ha ofendido! Nadie te ofende
Son tus expectativas de lo que esperabas de esas personas, las que te hieren. Y las expectativas tú las creas con tus pensamientos. No son reales. Son imaginarias.
Si tú esperabas que tus padres te dieran más amor, y no te lo dieron, no tienes por qué sentirte ofendido. Son tus expectativas de lo que “un padre ideal” debió hacer contigo, las que fueron violadas. Y tus ideas son las que te lastiman.

Si esperabas que tu pareja reaccionara de tal o cual forma y no lo hizo, tu pareja no te ha hecho nada. Es la diferencia entre las atenciones que esperabas que tuviera contigo y las que realmente tuvo, lo que te hiere.

Nuevamente, eso está en tu imaginación. ¿Enojado con Dios? Son tus creencias de lo que debería hacer Dios, las que te lastiman. Dios jamás ofende o daña a nadie. Un hábito requiere de todas sus partes para funcionar. Si pierde a una de ellas, el hábito se desarma. El hábito de sentirte ofendido por lo que “te hacen otros” -en realidad nadie te hace nada-, desaparecerá cuando conozcas mejor la fuente de las “ofensas”.

Cuando nacemos, somos auténticos. Pero nuestra verdadera naturaleza es suprimida y sustituida artificialmente por conceptos que nuestros padres, la escuela, la sociedad y los medios nos enseñan. Y crean una novela falsa de cómo deberían ser las cosas en todos los aspectos de tu vida, y como “deben” de actuar los demás. Una novela que no tiene nada que ver con la realidad.

También, las otras personas son criaturas de inventario. A lo largo de su vida, coleccionan experiencias: padres, amigos, parejas, etc., y las almacenan en su inventario interior. Las experiencias negativas dejan una huella más profunda en nosotros, que las positivas. Y cuando una persona es “maltratada” por alguien, (por no haber dicho o hecho lo que se esperaba de ella), deja esa experiencia en su “inventario”.

Cuando conoce a otro alguien, tiene miedo. Y trata de ver si la nueva persona repetirá las mismas actitudes que las que le hirieron, o sea que se predispone a sufrirlas de nuevo. Saca una experiencia de su inventario negativo. Se pone los lentes de esa experiencia y ve a las nuevas personas y experiencias de su vida, a través de esos lentes. Obviamente provoca lo que teme.

¿Resultado? Se duplican los mismos problemas y las mismas experiencias negativas. Y el inventario negativo sigue creciendo. En realidad lo que sucede es que te estorba. No te deja ser feliz. Y a medida que se avanza en años se es menos feliz, ¡porque el inventario negativo aumenta año con año!

¿Has visto a las personas de edad avanzada y a los matrimonios con muchos años? Su inventario es tan grande, que parece que la negatividad es su vida. Una y otra vez sacan experiencias de su inventario negativo ante cualquier circunstancia.

Una de las mayores fuentes de ofensas, es la de tratar de imponer el punto de vista de una persona a otra, y guiar su vida. Cuando le dices lo que “debe hacer” y te dice “no”, creas resentimientos por partida doble. Primero, te sientes ofendido porque no hizo lo que querías. Segundo, la otra persona se ofende porque no la aceptaste como es.

Y es un círculo vicioso. Todas las personas tienen el derecho divino de guiar su vida como les plazca. Aprenderán de sus errores por sí mismos. Déjalos ser. Además recuerda también que nadie te pertenece.

Cuando los colonos americanos querían comprarles sus tierras a los Pieles Rojas, estos les contestaron: “¿Comprar nuestras tierras? ¡Si no nos pertenecen! Ni el fulgor de las aguas, ni el aire, ni nuestros hermanos los búfalos a los cuales sólo cazamos para sobrevivir, nos pertenecen”. Es una idea completamente desconocida para nosotros.

Ni la naturaleza, ni tus padres, ni tus hermanos, ni tus hijos, tus amigos o parejas, te pertenecen. Es como el fulgor de las aguas o el aire. No los puedes comprar. No los puedes separar. No son tuyos. Sólo los puedes disfrutar como parte de la naturaleza.

No puedes atrapar el cauce de un río. Sólo puedes meter las manos, sentir el correr de las aguas entre ellas, y dejarlo seguir. Las personas son un río caudaloso. Cualquier intento de atraparlas te va a lastimar. Ámalas, disfrútalas y déjalas ir. Entonces, ¿cómo puedo perdonar?

1) Entiende que nadie te ha ofendido. Son tus ideas acerca de cómo deberían actuar las personas y Dios, las que te hieren. Estas ideas son producto de una máscara social, que has aprendido desde tu infancia de forma inconsciente. Reconoce que la mayoría de las personas NUNCA van a cuadrar con esas ideas que tienes. Porque son ideas falsas.

2) Deja a las personas ser. Deja que guíen su vida como mejor les plazca. Es su responsabilidad. Dales consejos, SOLO SI TE LO SOLICITAN, pero permite que tomen sus decisiones. Es su derecho divino por nacimiento: el libre albedrío y la libertad.

3) Nadie te pertenece. Ni tus padres, amigos y parejas. Todos formamos parte del engranaje de la naturaleza. Deja fluir las cosas sin resistirte a ellas. Ama y deja ser.

4) Deja de pensar demasiado. Ábrete a la posibilidad de nuevas experiencias. No utilices tu inventario. Abre los ojos y observa el fluir de la vida como es. Cuando limpias tu visión de lentes obscuros y te los quitas, el resultado es la limpieza de visión.

5) La perfección no existe. Ni el padre, amigo, pareja o hermano perfecto. Es un concepto creado por la mente humana que en ningún nivel intelectual puedes comprender, porque en la realidad NO EXISTE. Porque es un concepto imaginario. Un bosque perfecto sería únicamente árboles, con un sol delicioso... ¡y sin bichos! ¿Existe? No.

Para un pez, el mar perfecto sería aquél donde no hay depredadores, ¿existe? No. Sólo a un nivel intelectual. En la realidad JAMAS VA A EXISTIR.

Naturalmente, al pez sólo le queda disfrutar de la realidad. Cualquier frustración de que el mar no es como quiere que sea, no tiene sentido. Deja de resistirte a que las personas no son como quieres. Acepta a las personas como el pez acepta al mar y ámalas como son.

6) Desintoxícate del veneno del rencor y reconcíliate con la vida. La vida real es más hermosa y excitante que cualquier idea que tienes del mundo.

7) Imagina a esa persona que te ofendió en el pasado. Imagínate que ambos están cómodamente sentados. Dile por qué te ofendió. Escucha su explicación amorosa de por qué lo hizo. Y perdónala. Si un ser querido ya no está en este mundo, utiliza esta dinámica para decirle lo que quieres. Escucha su respuesta. Y dile adiós. Te dará una enorme paz.

8) A la luz del corto período de vida que tenemos, sólo tenemos tiempo para vivir, disfrutar y ser felices. Nuestra compañera, la muerte, en cualquier momento, de forma imprevista, nos puede tomar entre sus brazos. Es superfluo perder el tiempo en pensar en las ofensas de otros. No puedes darte ese lujo.

9) Es natural pasar por un periodo de duelo al perdonar, deja que tu herida sane. Descárgate con alguien para dejar fluir el dolor. Vuelve a leer este artículo las veces necesarias y deja que los conceptos empiecen a sembrar semillas de conciencia en tu interior.

Aprende con honestidad los errores que cometiste, prométete que no lo volverás a hacer y regresa a vivir la vida. Y como dirían los Beatles, ¡Let it be!... Deja al mundo ser. Y déjate ser a ti también.

La gente, las situaciones, las cosas y “el destino” no nos fallan, son nuestras expectativas, esa aparentemente inofensiva y sutil forma de inmoralidad.

Dicen por ahí que las copias, esas que nos mandan hacer en el colegio cuando somos niños, no sirven para nada. Dicen que no se aprende nada con ellas.

Sostiene la gente entendida que para aprender, el aprendizaje debe ser significativo, es decir, que sólo aprendemos lo que nos interesa de verdad, lo que nos motiva, lo que vivimos, lo que significa algo para nosotros.

Pues bien, nuestra tozuda manía de crearnos expectativas lleva toda la vida haciéndonos sufrir y todavía no lo hemos aprendido. Se supone que en este caso el sufrimiento debería ser suficiente aprendizaje y deberíamos de dejar de crearnos esas expectativas que lo causan.

Pues no terminamos de aprenderlo y seguimos “esperando”, sobre las cosas, sobre las situaciones, sobre lo que va a suceder o no, sobre cosas sobre las que no se tiene absolutamente nada de control, como los juegos de azar, como el clima (lluvias o no lluvias), sobre los gobernantes, nuestros deportistas o equipos favoritos, sobre los libros que no hemos leído o las películas que no hemos visto pero, sobre todo, y por encima de todo: sobre las personas, llámense familiares consanguíneos o políticos, pareja, hijos, jefes, subalternos, compañeros de trabajo, vecinos conocidos y hasta de desconocidos.

Como no aprendemos sufriendo, vamos a probar del modo tradicional, veamos si funciona. Copia cien veces la siguiente frase:

Crearme expectativas me hace sufrir mucho…
Crearme expectativas me hace sufrir mucho…
Crearme expectativas me hace sufrir mucho…

(Anónimo).

domingo, 14 de febrero de 2010

El Payaso Preso

En la densa dimensión que habita, el ser humano se vuelve, a veces, como un payaso preso. Un payaso condenado a reír y agradar en una sociedad que no le deja moverse libremente.

El Payaso PresoEl payaso de la angustia existencial, preso de la ficticia seriedad de la vida, de los convencionalismos sociales y del miedo a expresarse. El payaso preso del reloj, que se impacienta y se irrita tratando de llegar a tiempo a su destino. El payaso que debe sonreír siempre, aunque por dentro una rabia sorda lo consuma.

El payaso que tiene que inhibir sus impulsos cuando quisiera reclamar a gritos sus derechos… Y, silencioso, deambula así por la vida.

Ojalá pudiéramos ayudarle a romper sus ataduras, a salir de esa prisión de ceguera que lo aturde y enajena. Ojalá pudiéramos ayudarle a descubrir su propia expresión, y a quitarse esa falsa careta sonriente que tiene que ponerse día tras día… ¡ese pobre payaso de las mil máscaras y de la libertad mutilada!

¿Cómo decirte, hombre que ríes con desgano y a la fuerza, que esos zapatos no te quedan, que ese ritmo y ese paso no son los tuyos, que te has sumado a la masa, que has seguido a la manada sin poder escapar ya de ella?

Hombre, payaso preso, preso de tantas circunstancias… ¿Cómo hacerte un canto?... Un canto a la libertad…

Hombre, tú mismo has echado candado por fuera a la cárcel que te encierra, y tú mismo has multiplicado los barrotes de tu celda, hombre que no muestras la cara de frente y sin afeites. Payaso que has caído en la trampa al pensar que tienes que ser igual a todos.

Hombre mutilado, sacrificado, enceguecido. Pobre payaso, qué tristeza y qué angustia al mirarte porque esas sonrisas no brotan espontáneas, y esas miradas complacientes esconden un rechazo interior por lo que te rodea.

Para ti, pobre payaso preso, debería crearse una nueva música, una nueva palabra, un nuevo poema que viniera a recordarte la primordial libertad con que naciste y que hace mucho has olvidado.

¡Pobre payaso preso! ¡Cómo lograr que rompas los barrotes de tu celda y te conviertas, por fin, en el hombre libre más bello y verdadero!

Elvira G.

® Derechos Reservados.

viernes, 12 de febrero de 2010

¡Me declaro Vivo!

Por Chamalú, Indio Quechua.

Me declaro Vivo Saboreo cada acto.

Antes cuidaba que los demás no hablaran mal de mí, entonces me portaba como los demás querían y mi conciencia me censuraba. Menos mal que a pesar de mi esforzada buena educación siempre había alguien difamándome. ¡Cuánto agradezco a esa gente que me enseñó que la vida no es un escenario! Desde entonces me atreví a ser como soy.

He viajado por todo el mundo, tengo amigos de todas las religiones; conozco gente extraña: católicos, religiosos pecando y asistiendo a misa puntualmente, pregonando lo que no son, personas que devoran al prójimo con su lengua e intolerancia, médicos que están peor que sus pacientes, gente millonaria pero infeliz, seres que se pasan el día quejándose, que se reúnen con familia o amigos los domingos para quejarse por turnos, gente que ha hecho de la estupidez su manera de vivir.

El árbol anciano me enseñó que todos somos lo mismo. La montaña es mi punto de referencia: ser invulnerable, que cada uno diga lo que quiera, yo sigo caminando sin detenerme.

Soy guerrero: mi espada es el amor, mi escudo el humor, mi hogar la coherencia, mi texto la libertad. Si mi felicidad resulta insoportable, discúlpenme, no hice de la cordura mi opción. Prefiero la imaginación a lo indio, es decir inocencia incluida.

Quizás solamente teníamos que ser humanos. El que tú no veas los átomos, no significa que no existan. Por eso es muy importante que sea el Amor lo único que inspire tus actos.
Sin Amor nada tiene sentido, sin Amor estamos perdidos, sin Amor corremos el riesgo de estar de nuevo transitando de espaldas a la luz. En realidad, sólo hablo para recordarte la importancia del silencio.

Anhelo que descubras el mensaje que se encuentra detrás de las palabras; no soy un sabio, sólo un enamorado de la vida. El silencio es la clave, la simplicidad es la puerta que deja fuera a los imbéciles.

La gente feliz no es rentable, con lucidez no hay necesidades innecesarias.
No es suficiente querer despertar, sino despertar. La mejor forma de despertar es hacerlo sin preocuparse porque nuestros actos incomoden a quienes duermen al lado. Recuerda que el deseo de hacerlo bien será una interferencia.

Es más importante amar lo que hacemos y disfrutar de todo el trayecto. La meta no existe, el camino y la meta son lo mismo. No tenemos que correr hacia ninguna parte, sólo saber dar cada paso plenamente.

No, no te resistas, ríndete a la vida. Quien acepta lo que es y se habilita para hacer lo que puede, encarna las utopías y lo imposible se pone a disposición. La mejor manera de ser feliz es: ’ser feliz’. Reconstruye tu raíz y saborea la vida. Somos como peces de mares profundos, si salimos a la superficie reventamos.

La frivolidad y la intrascendencia condenan la vida a la muerte. Cuando somos más grandes que lo que hacemos, nada puede desequilibrarnos. Pero cuando permitimos que las cosas sean más grandes que nosotros, nuestro desequilibrio está garantizado.

El corazón está en emergencia por falta de amor. Hay que volver a conquistar la vida, enamorarnos otra vez de ella. Nuestro potencial interior aflora espontáneamente cuando nos dejamos en paz. Quizá sólo seamos agua fluyendo; el camino nos lo tenemos que hacer nosotros.

Mas no permitas que el cauce esclavice al río, no sea que en vez de un camino tengas una cárcel. La infelicidad no es un problema técnico, es el resultado de haber tomado el camino equivocado.

Amo mi locura que me vacuna contra la estupidez. Amo el amor que me inmuniza ante la infelicidad que pulula por doquier, infectando almas y atrofiando corazones. El amor es, a nivel sutil, la esencia de nuestra instancia inmunológica.

La gente está tan acostumbrada a complicarse, que rechaza de antemano la simplicidad. La gente está tan acostumbrada a ser infeliz, que la sensación de felicidad les resulta sospechosa.

La gente está tan reprimida, que la espontánea ternura le incomoda y el amor le inspira desconfianza. Hay cosas que son muy razonables, objetivas y… apestan. Ya no podemos perder el tiempo en seguir aprendiendo técnicas espirituales cuando aún estamos vacíos de amor.
Quienes no están preparados para escuchar tienen la recompensa de no enterarse de nada. Disfruta de lo que tienes, recibe lo que venga, crea e inventa lo que necesites, haz sólo lo que puedas, y fundamentalmente celebra lo que tengas.

La vida es un canto a la belleza, una convocatoria a la transparencia. Cuando esto lo descubras desde la vivencia, el viento volverá a ser tu amigo, el árbol se tornará en maestro y el amanecer en ritual.

La noche se vestirá de colores, las estrellas hablarán el idioma del corazón y el espíritu de la tierra reposará otra vez tranquilo.

¡Me declaro vivo!

Chamalú (Luis Espinosa).
Indio Quechua.

martes, 9 de febrero de 2010

Chispita & Neblina: ¡inseparables!

Chispita & Neblina: ¡inseparables!
Chispita:
Prometí presentarles en esta ocasión a una amiga muy querida, aquí la tienen. ¡Tercera llamada, tercera! ¡Comenzamos Neblina! ¡Es hora de salir a escena!

Neblina:
¡Qué nervios, Chispita! ¿Y de qué vamos a hablar?

Chispita:
No te preocupes, el libreto irá surgiendo poco a poco en cada escena.

Neblina:
Este día estoy tan en la depre que quisiera hablar de ello.

Chispita:
Ya lo estás haciendo, Neblina, ¡haciéndole honor a tu nombre!

Neblina:
Es que me siento sola, ¿sabes? Siento que el hecho de “despertar”, me ha alejado de la gente… ¡hasta de mis amigos! Creo que los demás duermen aún, y no me escuchan.

Chispita:
Si comienzas a hacer ruido, tal vez se despabilen…

Neblina:
Intento, pero no obtengo mucha respuesta.

Chispita:
No hagas mayores esfuerzos. El despertar llega a cada quien en su propio momento. Aunque estamos en un momento en donde, por fortuna, cada día son más los seres que comienzan a moverse en la luz.

Neblina:
Me desalienta que, en mi propia familia, no me hagan mucho caso. Siguen escuchando y viendo la televisión, siguen alarmados por la situación económica. Tienen miedo de todo. De salir a la calle, de los secuestros, de la situación política en el país…

Chispita:
¿Te das cuenta, Neblina? Estás hablando todo el tiempo en “tercera persona” pero, ¿qué hay de ti? Aprende a no hablar por los demás, sino por ti misma.

Neblina:
¡Cuánta razón tienes, Chispita! En realidad ya me he dado cuenta. Yo no puedo cambiar al mundo, ni a mi país, ni a mi ciudad, ni a mi barrio, ni a mi familia. ¡A la única que puedo cambiar es a mí misma!

Chispita:
¡Exacto, Neblina! Comenzar con ello es sumamente importante. Todos somos células del gran Cuerpo Universal. Si una célula espera a que las demás cambien para así poder cambiar ella misma, el “tejido universal” comienza a descomponerse y deteriorarse. Se corrompe, y lo único que logra es ir contaminando a mayor escala la vibración de la sociedad.

Neblina:
¡Me encanta, Chispita, saber que yo pueda convertirme en una célula de luz!

Chispita:
Ya lo eres, Neblina, basta que te lo creas! Así entonces comienzas a contagiar de alegría y entusiasmo a los demás.

Neblina:
Por lo pronto, ¡prefiero contagiar a mis vecinos de Luz, que de Influenza, ¡por ejemplo!

Chispita:
Haz dicho algo clave, Neblina. ¿Sabes cuál ha sido el mayor contagio con la gran conmoción causada en todo el mundo por la famosa “Influenza”? El miedo, el pánico generalizado que se logró crear en tantos países, a través de los medios masivos de comunicación.

Neblina:
¿Y tú sabes, Chispita, todo lo que se dice, que todo ha sido manipulado por los grandes poderes del mundo, para enfermar a la gente y diezmar a la población? Los así llamados “conspiranóicos” hablan del Proyecto Haarp, de los Rayos Blue Beam con sus engañosos hologramas, de los Illuminati que nos manejan a su antojo, de los temibles Chemtrails que nos “fumigan” en tantas ciudades del mundo… y muchísimas teorías más, que ya no sé yo ni en qué creer… no sé cuál sea -como dicen los chavos en México- “la neta del planeta”!

Chispita:
Tienes razón, mi querida Neblina. Por eso insisto, necesitamos centrarnos en nosotros mismos hasta saber que, si bien nuestro cuerpo es finito, no lo es así nuestra esencia espiritual. Necesitamos darnos cuenta que podrán, o se podrá destruir nuestra representación, nuestro vehículo físico, pero no nuestro ser espiritual.

Neblina:
Si analizo a fondo, Chispita, me parece que quienes navegan con la teoría de la “conspiración”, se han quedado con la noción de su “cuerpo físico”. Considero que le dan mucha importancia a ello. Por eso les preocupa y les molesta todo lo que les pueda afectar al respecto.

Chispita:
Cierto, Neblina. Cuando nos anclamos en el hecho de que, en realidad, vinimos de y vamos hacia la Luz, que este mundo no es más que una estación de paso en el transcurrir de la Vida con mayúscula, nos damos cuenta que no importa el devenir de nuestro cuerpo físico y, si éste al final se destruye o no, lo importante es el “vehículo” de amor que vamos logrando con él, en el día a día con nuestras acciones e intenciones para con los demás.

Neblina:
Como el practicar y desarrollar paciencia, fe, o esperanza, ¿cierto?

Chispita:
¡Perfecto, Neblina! Esos son “músculos” ideales a fortalecer en nuestros cuerpos mental y espiritual.

Neblina:
¡Me encanta hablar contigo, Chispita, porque me escuchas y a la vez me aclaras tantos temas! ¿Sabes? ¡Ya me siento mejor! Me doy cuenta que cuando estoy apachurrada o triste, ¡siempre puedo tocar a tu puerta y encontrarte!

Chispita:
Gracias, Neblina, por abrir tu corazón conmigo y confiar en mí. Todo mundo tiene su propia Chispita interior, basta con que toquen a su puerta cuando la necesiten. Por hoy nos toca salir de escena, ¡ya está bajando el telón! ¡Hasta la próxima, amigos!

¡Y no olviden encender, día a día, esa “chispa” que llevan dentro!

Elvira G.

® Derechos Reservados.

lunes, 8 de febrero de 2010

Hombre Nuevo

ESCUCHE EL MENSAJE QUE AFLUYE DESDE SU INHombre NuevoTERIOR






No se trata de una cuestión de edad. La sabiduría del hombre nuevo consiste en dejar que su espíritu vuele libremente, para cumplir con su misión de vida.

Por Julio Andrés Pagano

La Tierra sangra. Se agita. Se retuerce de dolor. La oscuridad marcha a paso firme, pisoteando flores, marchitando esperanzas, sembrando temor e incertidumbre. El escenario mundial se muestra como un cuadro sombrío, dominado por la ambición, la inseguridad, el desequilibrio y la incoherencia. Hay olor a derrumbe. Hay olor a muerte. El hombre viejo está sucumbiendo. Lo sabe y se resiste. Su programación mental le impide aceptar que le llegó su hora. Soplan vientos de cambio. Se aviva la llama del espíritu. Un nuevo hombre es llamado al escenario de la vida.

Hay que armarse de coraje para leer los diarios y ver los noticieros. La negatividad es el signo que manifiesta cada título: robos, asaltos, crímenes, bombas, guerras, conflictos, peleas, abusos, accidentes... Intoxica el espíritu tanta densidad compactada. La calle confirma las noticias. No hay baldosa que no esté salpicada con manchas de violencia, bronca o descontento. El aire está viciado por vibraciones rastreras. ¿Existen alternativas de cambio?

Aunque todo pareciera indicar que no, la buena noticia es que detrás de este tétrico escenario se está gestando una nueva función. La obra se llama “Hombre nuevo”. Falta poco, muy poco, para que esta nueva puesta en escena irrumpa. Por medios no tradicionales se va haciendo el anuncio de que se necesitan actores para que la función cobre vida. Escuchar el llamado requiere de un corazón sensible y un espíritu libre de condicionamientos sociales, que no tema al “qué dirán”.

A través de los sueños, las intuiciones y las emociones más puras, el anuncio golpea a cada instante las puertas del alma. La mente sube el volumen, potencia la confusión, y con la ayuda del ego y la razón refuerza las paredes de la indiferencia, para que el mensaje no llegue a destino y naufrague en el olvido. Tarde o temprano, el muro caerá y el hombre despertará a una nueva realidad; porque el mensaje lleva la fuerza del agua, que todo lo erosiona.

¿Y por qué tanto caos? El caos es lo que da lugar a que la transformación ocurra. Cuanto más caos, señal de una transformación más profunda y visceral. Viejos esquemas se están resquebrajando. Los modelos autoritarios y represivos dan claras evidencias de agotamiento, por carecer de valores humanos. Las bases que cimentaron una economía deshumanizada y despiadada cruje. La vieja mentalidad que alimentó a un multitudinario ejército de corporaciones inescrupulosas está siendo acorralada por los consumidores inteligentes que, con sus decisiones de compra, castigan la irresponsabilidad y se muestran a favor del medio ambiente.

Esta vez el cambio no vendrá de afuera, sino de adentro. Desde el mismo centro de su ser. En la medida en que cada uno se transforme, en la medida en que cada uno se adueñe de su destino, de su derecho a “ser humano”, estaremos cada vez más cerca de vivenciar la obra. Esta vez no como simples espectadores, sino como partícipes necesarios, que harán brillar -con maestría- sus dones y talentos al servicio de un mundo sin fronteras, que se unificará bajo la bandera del amor. No se trata de una obra para ver, sino para protagonizar. Una obra para sentir y para vibrar.

Co-crear una realidad distinta, más humana y armónica, es tarea de todos. Es algo indelegable y también impostergable. La multitud como tal no existe, sino que se compone de la suma de personas. Por eso quiero recordarle que su transformación vale, y mucho, porque suma. Todo suma. Incluso los pensamientos, porque crean realidades.

De nada sirve protestar por el entorno adverso en que estamos sumidos, si no hacemos absolutamente nada para tratar de revertirlo. Con nuestras actitudes pasivas, que se apoyan sobre los bastones de la apatía y la indiferencia, también somos cómplices de estos tiempos violentos que presagian un futuro apocalíptico.

Si usted es de los que cree que el llamado no existe, cierre los ojos, relájese, lleve sus manos al centro de su pecho y pregúntele a su alma si tiene algún mensaje para darle. Si pese a todo no escucha nada, no se preocupe. Ella sabe que nunca fue bueno a la hora de escuchar, así que le traerá la respuesta de mil maneras distintas. Apelará a la magia de la sincronicidad y dibujará la respuesta en las letras de las canciones, las palabras de un desconocido o en el canto de los pájaros. Preste atención. Esté atento, el mensaje llegará.

Sabía que tal vez usted querría un adelanto sobre el contenido de la obra, por eso le pedí ayuda a mi ángel de la guarda, quien sonriendo me dijo: “la obra mostrará el resurgir del hombre como ser multidimensional, en perfecta sincronía con su cuerpo, mente y espíritu. Conectado con la existencia. Construyendo un nuevo espacio. Dando impulso a una nueva visión que estará gobernada por la alegría y el sentir, por el poder de lo simple. Habrá unidad, respeto y cooperación. La palabra dada recobrará su valor y renacerá la confianza. Las injusticias no tendrán cabida porque el hombre reconocerá que somos parte de una misma energía, por lo tanto será consciente de que lo que le hace a otro se lo está haciendo a sí mismo. Deciles que en el texto de la obra, palabras como fluir, meditar, elevar, disfrutar, empatía, sinergia y contemplar serán una constante. Deciles que los espero, que es hora de reencontrarnos”.

Nunca se sabe. Quizá cuando el telón se levante más de uno se sorprenda cuando una voz en off agradezca, entre otros, a los maestros del caos, del desentendimiento, de la indiferencia, de la confusión y del dolor, porque hicieron posible que la alquimia acontezca, al servir de fondo para marcar el contraste necesario que impulsó el cambio.

Ahora haga una pausa. Mire su reloj. Observe cómo corre el segundero. Sepa que al igual que la palabra pronunciada y la flecha disparada, las oportunidades desperdiciadas no retornan jamás. Se van al mismo sitio en donde se oculta el tiempo perdido.

Tíldeme de loco si quiere, no me importa. Sólo soy un simple mensajero. Nuestro contrato álmico decía que en caso de que lo olvidara se lo volviese a recordar: “su misión de vida es anclar en la dimensión física lo más puro de su ser”. Despierte, hombre nuevo, ya es tiempo de subir al escenario.

domingo, 7 de febrero de 2010

Renueva...

Cuando comencé a publicar mis textos por internet, surgió por ahí un chico colombiano que siempre recibe conRenueva entusiasmo mis mensajes.
Me admira que a pesar de su juventud -18 años-, manifiesta ya un gran interés en el despertar de la conciencia.
Hace unos días, me envió uno de sus primeros escritos, mismo que comparto aquí con ustedes. Interesantes reflexiones que, me parece, van trazando claramente su sendero hacia la luz. Aquí les dejo con sus palabras:

Renueva.
Renueva esa tu conexión con la naturaleza.
Siente esa esencia que todos tenemos y nos hace realmente Uno.
El ser humano inhala lo que el árbol exhala; el árbol inhala lo que el ser humano exhala. Es una armonía perfecta, y así es con todo.
Vuelve a sentir esta conexión con Gaia. Sé consciente de lo maravilloso que eres, porque en esta realidad no eres consciente de esa magia que llevas por dentro.
Lo tienes todo, lo puedes hacer todo.
Sólo tienes que encontrar el camino para explotar tu tesoro.
Siente el amor día a día: la felicidad, la paz, la gratitud, la compasión, la amistad, tu alegría.
Observa que así como tú eres maravilloso, todos lo somos.
A un anciano no le puedes evaluar la edad, con un bebe tampoco lo podrás hacer. En este momento ni tu imaginación podría hacerlo. No sabes por qué experiencias ha pasado cada alma, ni tampoco calcular el momento exacto de su existencia.
No te dejes influenciar por las mentiras materiales. No, ni de tu raza, tu físico o tu “status”. Todo eso no es más que una simple máscara, decidida anteriormente por ti.
No olvides que estés ahora en donde estés, seas lo que seas, El Creador te dio todo, para que tú alcances todo, sin límites.

Joce Díaz