sábado, 19 de marzo de 2011

Japón: ¡asombrosa lección!

Japón: ¡asombrosa lección!En medio del caos y el “Apocalipsis” que pareciera estamos viviendo, el último mega desastre ocurrido el pasado 11 de marzo en Japón, parece haber sido predestinado justo para ese lugar: un país con un enorme sentido de hermandad y fortaleza para superar aún los obstáculos y tragedias más inimaginables.

Prueba de ello es la actitud del pueblo japonés ante estas experiencias. Sus reacciones aún en medio del dolor y la tragedia por tantas pérdidas humanas y materiales, son realmente un gran ejemplo para el mundo entero. En un correo que recibí hace un par de días, los comentarios tanto de los japoneses como de extranjeros viviendo actualmente en el país, lo confirman:

“Después del terremoto, estaba cansado, esperando un tren que nunca llegaba. Sentado en el andén, un “homeless” (indigente vagabundo) me ofreció su caja de cartón, porque hacía mucho frío. Yo solía ver a ese tipo de personas con ojos de desprecio… pero ese gesto me entibió el corazón”.

“En los supermercados donde están tiradas las mercancías en el suelo, los japoneses las recogen con cuidado, las acomodan en los anaqueles y luego se forman en la cola para pagar en la caja… Y en las líneas de tren que comenzaron a funcionar, en un vagón llenísimo, observé que un viejito quería dar su asiento a una joven mujer embarazada...”

“Aquí nadie piensa en robar ni abusar, al contrario se ayudan, se muestran muy disciplinados y caballerosos. Personalmente, pensaba que los japoneses eran muy fríos, pero creo que en estas ocasiones están re-descubriendo su unión. Eso me conmueve y me hace llorar…”

“También es muy emotivo el ver que los artistas plásticos, para animar a la gente, están pintando e ilustrando bellas imágenes. Pareciera que todo mundo piensa qué puede hacer por los demás…”

“Hoy finalmente pude hacer mis compras en el súper. En otros países tienen que cerrar las tiendas y súper mercados, temiendo la rapiña. Aquí los compradores llevaban sólo lo más necesario… ¡para que alcanzara para todos! Así lo comprendí… y me brotaron las lágrimas…”

“Ayer en Gotemba no funcionaba ni un semáforo, pero el trafico fluía porque los conductores cedían el paso, y los ancianos del lugar ayudaban con los señalamientos. Durante las nueve horas que manejé, no hubo confusión ni desorden, todos se comportaban muy corteses. No estamos solos. Nos vamos a apoyar. Nos vamos a animar. ¡Lo que queda al final es el AMOR!...”

“Japón es SUGOI!!! El gobierno… el sector privado… todos ayudan a todos. Los conductores de camiones de carga se ofrecieron como voluntarios para transportar las cosas necesarias para los damnificados, y hasta los YAKUZAS (mafiosos) están ayudando con el tránsito en las calles de Tohoku. Hasta hace poco, muchas cosas no me hacían sentir orgulloso de ser japonés… ¡qué equivocado estaba! Mi pueblo es simplemente conmovedor. ¡Todos los japoneses vamos a salir de esto con ánimo! NIHONN WA SUGOI! -¡Japón es asombroso!”

Ciertamente que esas tragedias sirven para golpear y abrir conciencias. En México eso fue muy palpable tras el terrible terremoto de l985 en el Distrito Federal, que se llevó igualmente miles de vidas humanas. Espontáneamente, se formaron brigadas de ayuda para dar albergue y comida a los damnificados, o para rescatar los restos humanos de entre los escombros.

Lo admirable en el caso de Japón es constatar cómo estos seres -que de pronto pudieran parecer a nuestro “modo occidental” de ver las cosas, como muy fríos y carentes de emociones-, en este caso han volcado hacia el exterior, su generosidad y su concepto del respeto por el bien de los demás.

A diferencia de nuestras culturas en donde, ante una tragedia similar, en ocasiones pareciera imperar más bien el lema de “sálvese quien pueda”, ellos van al súper y adquieren apenas lo estrictamente necesario ¡porque alguien más necesita también de esos víveres! ¡Eso se llama “civilidad”… y, más aún, Amor al Prójimo!

Mi abuelo solía decir: “hay que sufrir para merecer”. En el caso de Japón, el indecible dolor y padecimiento que sufrieron a causa de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, quizás les haya hecho más fuertes, volviéndose aún más hacia su interior.

Un verdadero milagro por todo lo que ha superado y sobrevivido gracias a su naturaleza profundamente sabia y espiritual, el Japón es un pueblo con un sentido enorme, sagrado, acerca del trabajo, el honor y el respeto… del trabajar unidos, porque el bien de uno es el bien de todos.

Japón se convierte en este momento en un espejo donde todos podemos reflejarnos. Están pasando por un momento sumamente difícil como país y sociedad: ¡pero ESTAN UNIDOS y saben apreciar el interés de todos como el suyo propio!

Es una sociedad que vive y practica el sentido de la unicidad, el orden, la disciplina y la cooperación hacia un bien común. Parecen haber practicado desde hace mucho tiempo el lema TODOS SOMOS UNO… Lección que bien podemos comenzar a practicar en muchos otros países del mundo… ¡Gracias, Japón, por tu asombrosa lección!

Elvira G.

14 comentarios:

Lilia Fabela dijo...

GRACIAS MI QUERIDA ELVIRA.
ES BELLISIMA TU REFLEXION.
¡QUE TENGAS BUEN DOMINGO!
BYE, LILIA...

Tere Valdez. dijo...

Tu comunicado de Japón, ya lo reenvíe a toda la comunidad Reiki, de tu parte. Me hizo llorar y añorar, (saudades) ese amor, no solo civilizado sino universalizado, de este pueblo tan hermanado a nosotros por Reiki, y porque haber sido japoneses en alguna de nuestras vidas fue un honor y un privilegio.

Recibe un etéreo abrazo con todo mi cariño, mientras puedo dartelo en persona.

Tere Valdez.

Elvira G. dijo...

Gracias, Lilia, por esa visita y esas palabras, creo que el Japón nos "ha tocado" a todos... Sobre todo por su actitud al responder de esa manera ante esa "tragedia", lo cual se ha convertido más bien en "bendición" por todo el ejemplo que están dando al mundo...
Un abrazo!

Elvira.

Anónimo dijo...

Todos todos deben saber la verdad y no la típica opinión de los que les gusta quedar bien. Te hablo claro y conciso, estás hablando cosas reales, sí, pero solo algunas como decir que los japoneses se estan ayudando, sí, es verdad. Pero y sólo pero, porque están en desgracia porque lo que es en su vida cotidiana, normal, tranquila y consumista todos todos tiran para su lado, no me vas a decir a mi que vivo casi 13 años en Japón y soy descendiente, ojo, de verdad descendiente con crianza nikkei en la que me contaron lo que eran los japoneses y llegando a Japón vi mi realidad. No podemos meter a todos en el mismo saco, pero no son tan así como tú lo dices. De que son fríos son recontra fríos y materialistas, pero creo que cualquier ser humano que cae en desgracia lógico que por la supervivencia terminan dandose la mano. Ojalá y Dios quiera esto sea para que la raza japonesa mejore en todo sentido, sean más cálidos con los hermanos no importe la raza ni el idioma ni de dónde vengan.
Yo vivo, digo, VIVO EN GOTEMBA y he visto con mis propios ojos cómo los japoneses se apertrechan de cosas y más y más cosas que no van a usar, pero por miedo a todo y como tienen dinero pues se lo revientan comprando hasta lo que no entra más en sus casas, y esto no es de ahora, mira tú los programas de rifo-mu, (reform) las casas llenas de cajas con cosas que no usan, papel higiénico hasta el techo, etc. En realidad yo estuve fuera de japón por buen tiempo y doy gracias a Dios por ello porque sino estaría como tú con las neuronas congeladas.
Y sin más darte lata, me despido, espero tu mentalidad sea más amplia en adelante. Es un problema muy grave que se dá en la mayoría de los dekasegis, sino mira tú alrededor, los problemones que tienen con sus hijos, todos criados por los hoikuenes, o sea abandonados a su suerte. Y no me puedes contradecir en eso, al que le caiga el guante que se lo chante.
Hay que hablar con la verdad, sino en el exterior se hacen una idea errada de la realidad, apoyemos la verdad!!! No se puede estar bien con Dios y con el diablo!
Seamos más humano, más cariñosos con nuestros hijos, empecemos desde casa y hagamos una sociedad mejor para todos!!!

Elvira G. dijo...

Tere,
No siento que haya vivido una vida previa en el Japón, pero sí es cierto que hoy en día el dolor ajeno se vive como propio... Creo que es parte del "despertar" de las conciencias a nivel global.

Agradezco tus palabras.
Un abrazo!
Elvira...

Elvira G. dijo...

Estimado Anónimo:

Tu español es magnífico, imagino que habrás vivido en algún país de habla hispana. Me hubiese gustado que dejaras tu nombre, sobre todo al exponer afirmaciones tan contundentes.

Ciertamente tus declaraciones me dejan perpleja… y seguramente será así para muchos otros lectores. Desafortunadamente no he tenido la ventura de visitar ni -menos aún-, vivir en el Japón. Lo comentado en el blog fue basado en un correo con comentarios de los mismos japoneses, o extranjeros viviendo actualmente en ese país, sobre las situaciones que han estado ocurriendo ahí estos últimos días.

Mis opiniones personales sí están basadas en la percepción –quizás muy subjetiva-
que tengo de tus connacionales, ya sea por diversas lecturas o documentales sobre tu país. Los japoneses que he conocido tanto en México como en el extranjero, me han parecido siempre de lo más gentiles y educados.

Sin embargo, un país no se comprende mas que “viviéndolo” en el día a día. De manera que me apena que tu reporte de tu propio país presente totalmente otro panorama. Como quiera que sea, este tipo de experiencias sirven para abrir conciencias.

Las tragedias unen y llevan a recapacitar. Toda aparente des-gracia conlleva su contraparte de “gracia”. Decía mi padre: “no hay mal que por bien no venga…” Estas son lecciones.

Independientemente de nacionalidades o idiomas, el ser humano necesita –hoy más que nunca-aprender a compartir en vez de acaparar. Ello llegará cuando salgamos del miedo, del terrible pánico a no tener lo suficiente, o a padecer de hambre o frío… Cuando ya no exista “lo tuyo” o “lo mío”… sino lo nuestro.

Confío en que hacia allá va la humanidad. Y quiero confiar que en Japón, como en el resto del mundo, habrá más manos abiertas que puños cerrados… y para ello necesitamos comenzar por abrir nuestras propias manos…

Por una sociedad más humana y mejor en este mundo!

Luz y Paz para ti y tu familia!

Elvira G.

Leonardo de Mantarana dijo...

Que Japón es un país diferente y con muchas virtudes ancestrales es bien sabido, aún así, impresionó mucho como la gente japonesa mantuvo la serenidad en los momentos del terremoto y supo evitar mayores tragedias poniéndose a salvo del tsunami a tiempo.

Elvira G. dijo...

Leonardo, gracias por compartirnos tu opinión.

Sin duda, se necesita de mucho orden y disciplina para afrontar momentos críticos y cruciales. Japón lo logró, y eso sigue siendo un ejemplo para el mundo.

Un saludo!
Elvira G.

Anónimo dijo...

Yo estuve hace algunos años en Japon. Es verdad que no senti las muestras de cariño que tenemos los latinos, pero si aprendí y valoro hasta ahora, el respeto, el honor y la consideracion con otras personas. No era necesario ser anciano para que los vehiculos se detuviesen y permitieran el paso de los peatones y mas aún cuando llovía. Aprendí a ser ordenado, trabajador, organizado y puntual. Tengo los mejores recuerdos y un cariño muy grande por tantos amigos que dejé en Japón. Estoy seguro que saldrán adelante y que a pesar que no será una tarea fácil, renacerán de esta tragedia.
Todo mi cariño, respeto y mejores deseos para el pueblo Japonés, desde Perú.

Elvira G. dijo...

Gracias por este comentario desde Perú!

Como piezas en un rompecabezas, estas opiniones -muy valiosas todas- conforman y enriquen nuestra visión sobre los hechos, mientras oramos porque el Japón recobre pronto el equilibrio, la armonía y la paz que se merece, como querido pueblo hermano en esta Tierra.

Elvira G.

Anónimo dijo...

Yo también vivo en japon hace varios anhos...definitivamente hay de todo en la vinha del senhor...cada persona tiene sus experiencias con los japoneses y es lamentable que haya tantos renegados que sigan viviendo en este país que nos da trabajo y sustento y que se ha convertido para muchos en una segunda patria...siempre admirare la tolerancia,el respeto y la calma que caracteriza a la gran mayoría de japoneses que conozco,y ojo,hablo en su mayoria de Japoneses que trabajan conmigo en una fabrica,como obreros,que toleran mi aun pobre uso del idioma,pero también de los japoneses funcionarios públicos,los que me atienden en la municipalidad,en la oficina de búsqueda de empleo,los de lis hospitales,los que te cruzas en la calle todos los días,tus vecinos,etc...definitivamente cada persona es un mundo,y gracias a Dios me siento bendecida por haber encontrado tantas personas agradables en mi camino...gambarimashio!!!!

Elvira G. dijo...

Querida lectora "anónima", gracias por compartir tu Luz en este espacio!

Tus palabras y tu forma tan sensible de percibir tu vida cotidiana, me hacen recordar algo que escuché alguna vez: "la vida no es como es... sino como somos".
Es decir, es un reflejo de nuestro interior...

Así es que gracias por ver las bondades en todo lo que te rodea... ¡y por externarlo!

Ten por seguro que éste, tu mensaje, no quedará en el "anonimato"!!!

¡Bendiciones, y sigue gozando de tus días en ese país tan querido y especial: Japón!

Elvira G.

Anónimo dijo...

El presidente más corrupto del Perú era japonés y cuando huyó llevándose todo lo que pudo sus paisanos japoneses lo protegieron. Dónde está la honorabilidad japonesa?

Elvira G. dijo...

Anónimo... ¿peruano? lo intuyo por tu comentario.

Es una pena que, por lo general, los personajes que se ocupan de la política en este mundo, no sean precisamente los seres más honestos y "ejemplares". Pareciera que las "arcas abiertas" del poder y el dinero, corrompen a todo espíritu débil.

Sin embargo, no me parece justo que por unos cuantos de ellos, se condene a todo un país...

En el caso de Japón, en mi mensaje me refiero más bien a ese "pueblo japonés" que, como cultura, ha mostrado a lo largo de los años patrones de conducta dignos de aplauso y reconocimiento: la puntualidad, el trabajo en equipo, el orden, el respeto, etc., etc.

Cualidades o valores que apreciamos en este blog donde, por otra parte, "nuestra política" es mirar más bien hacia nuestro interior, a fin de lograr el cambio que deseamos ver en el exterior...

¡Gracias por tu visita y participación!

Elvira G.