sábado, 30 de abril de 2011

Celebrando a tu Niño Interior...

Celebrando a tu Niño Interior30 de Abril 2011, otro “Día del Niño” en la trayectoria de “El Viraje hacia la Luz”. Esta vez lo festejamos con el gran Facundo - “fecundo”- Cabral y su bella “canción de cuna” escrita inicialmente para él mismo y que, su generoso corazón de “niño universal” le llevó a compartirla con el mundo entero.

“Himno planetario” para ese pequeño que –sin importar años cronológicos- habita siempre en nuestro interior, este tema nos ayuda a protegerle y mantenerle vivo y “despierto” ¡hoy más que nunca!

¡Feliz Día del Niño a todos los lectores de este blog. Ya sea que también hoy lo festejen en su país o no, sé que Facundo Cabral tocará su corazón. ¡No hay “niño” verdadero que no sea sensible y transparente para celebrar estas palabras!

¡Disfrútalo!


jueves, 28 de abril de 2011

Vivir desidentificado...

Por Anthony de Mello. Vivir desidentificadoEn cuanto metes tu “yo”... ¡se desencadenan los problemas! “Dios me concedió el don de desidentificarme de mí misma y de poder ver las cosas desde fuera” -dijo Santa Teresa.

Quien tenga esta capacidad, posee un gran don, pues la raíz de todos los problemas y el mayor obstáculo que se interpone entre la persona que quiere superarse y el objetivo que pretende alcanzar, es el “yo”.

Desidentificarse significa no vernos afectados por lo que está ocurriendo, vivir las cosas como si le sucedieran a otro; pues, en cuanto metemos nuestro yo en cualquier interacción personal, en cualquier situación, tenemos que prepararnos para sufrir.

Vivir desidentificados es vivir sin apegos, deconectados del ego, que es el que genera egoísmo, deseo y celos. Por su causa, llegan a nuestra vida todos los conflictos.

Otra de las cosas que nos causa conflictos es creer que estamos en posesión de la verdad. Cada religión cree tener el monopolio la verdad, ser la única, la exclusiva. Lo que sucede es que les causa temor reconocer que hay algo de verdad en cada una y en todas ellas.

Si viviéramos desidentificados de nuestras creencias, no nos preocuparíamos por lo que tengan de acertado o por las grandes fallas que contengan. Las creencias pueden cambiar. Lo esencial es que descubramos lo que hay dentro de nosotros, pues eso es lo que nos impulsa a buscar la verdad; porque, en última estancia, la verdad es de todos.

Necesitamos despertar. Y despertar significa que tenemos que darnos cuenta de que no somos lo que creemos ser. Esto es: necesitamos desidentificarnos. Y, ¿cómo se consigue esto? Pues reflexionando sobre quién es el responsable de nuestras tribulaciones, ¿la forma en que estamos programados o todo lo que es exterior a nosotros?

Cuando uno se aflige, lo primero que se nos ocurre hacer es cambiar lo que hay en nuestro entorno para que se ajuste a nuestra programación, pues creemos que eso solucionará nuestros problemas. Y como los conflictos siguen atosigándonos, la frustración viene a sumarse a nuestra aflicción y el problema no sólo no se resuelve, sino que se agranda.

Si el problema viene de la manera como programamos nuestra vida, las cosas no van a mejorar si sólo cambiamos el exterior o esperamos que cambien los demás. Lo que tenemos que hacer es desprogramarnos.


Configurar nuestra vida de acuerdo con otros criterios o, por lo menos, tratar de detectar con claridad de dónde vienen los problemas. Si cambiamos nosotros y nos abrimos a la realidad, veremos cómo todo cambia a nuestro alrededor; pues es nuestra mente la que estaba equivocada.

Al cambiar la mente y aceptar la realidad como es, cambia nuestra manera de ver las cosas y nuestra forma de vivir, y empezamos a llamar a cada objeto y a cada situación por su nombre.

Hay una frase que da mucha luz sobre este tema: “No tienes que alfombrar toda la Tierra para que tu pie no se lastime; basta con que uses un buen calzado”. Cuando te deshagas de tus alucinaciones, te darás cuenta de que la felicidad siempre estuvo en ti.

Fue cuando se metieron los miedos, los deseos, los mecanismos de defensa, cuando la felicidad se fue ahogando. Darnos cuenta de esto es dar un gran paso. Cuando las exigencias y los problemas saturan nuestra vida, no se puede amar, ni se puede encontrar, no digo la felicidad, ni tan siquiera un poco de tranquilidad.

Se la pasa uno defendiéndose de lo que creemos que nos está atacando. En ese estado, lo que creemos que es amor es sólo egoísmo, afecto a nuestro ego, interés propio. Nos sentimos tan mal y nos acosan tantos miedos, que sólo nos miramos a nosotros mismos, nos vigilamos con recelo porque, en verdad, tampoco nos amamos.

Si nos la pasamos poniéndonos condiciones a nosotros mismos, ¿cómo no vamos a ponérselas a los demás? Amor es generosidad, altruismo. Lo que creemos que es amor es sólo un egoísmo refinado. Un sentimiento que utilizamos para darnos placer o para evitar sensaciones desagradables y sensaciones de culpabilidad o para esconder en él nuestro miedo al rechazo.

Como no queremos sufrir, entonces comerciamos con lo que llamamos amor. El día que seamos capaces de ver las cosas como son y de llamar a los objetos y a los fenómenos por su propio nombre, ese día comenzaremos a ver con cierta claridad.

No es que las acciones sean malas o sean buenas, todo depende de la madurez y de la cordura del que las realiza y del criterio de quien las observa.

Del libro “Autoliberación Interior”, por Anthony de Mello.

sábado, 23 de abril de 2011

Felices Pascuas

Felices PascuasLa primavera es el tiempo del renacimiento y la regeneración. Con el cambio de la estaciones viene un nuevo comenzar, una oportunidad para que la Madre Tierra se rejuvenezca. Las hojas comienzan a brotar y las flores asoman sus capullos por doquier. Solo tenemos que detenernos para ver todas estas maravillas!

La Pascua de Resurrección es la primavera de nuestras almas. Es una invitación a despertar a una revelación interna del poder invencible de Dios que vive en todos nosotros. La resurrección de Jesús es el recordatorio para que despertemos a ese Espíritu Morador en nosotros y recordemos cómo aplicar ese principio en nuestra vida diaria. La Resurrección no es un evento único o anual, es una demonstración de un principio que Jesús nos enseñó y vivió en su vida.

Jesús es nuestro gran Maestro y como todo gran maestro enseña a sus discípulos cómo hacerlo ellos mismos. Jesús nunca quiso que lo adoráramos, siempre nos instó a que lo emuláramos. Siempre deseó que despertáramos al poder de resucitar que existe en todos nosotros. Nos enseñó cómo usar ese poder en nuestra vida diaria y no sólo una vez al año en la Pascua, sino todos los días. Podemos lograrlo aceptando la verdad de que tenemos en nosotros el poder para cambiar nuestros pensamientos y nuestros sentimientos sobre todo lo que nos sucede.

Si, cada vez que respires, reconoce que eres un milagro viviente! Regocíjate en ello! Un poderoso ejemplo de nuestro poder de resurrección lo es nuestra habilidad para resucitar nuestro nivel de conciencia, nuestras habilidades y nuestra actitud. Así podremos ver la magnificencia de la vida misma, de nuestros mismos cuerpos y de todo lo que nos rodea.

Que cada día sea para ti una Pascua de Resurrección!

En GOZO y AMOR,
Revs. Ana Maggie y Carlos Romanillos,
UNITY of the VALLEY, Pharr, Texas

jueves, 21 de abril de 2011

La mejor religión...

Por Leonardo Boff

La mejor religión"En el intervalo de una mesa redonda sobre religión y paz entre los pueblos, en la cual ambos (el Dalai Lama y yo) participábamos, yo, maliciosamente, mas también con interés teológico, le pregunté en mi inglés defectuoso:

- "Santidad, cuál es la mejor religión?" (“Your holiness, what’s the best religion?”)

Esperaba que dijera: - "El budismo tibetano" o las religiones orientales, mucho más antiguas que el cristianismo…"

El Dalai Lama hizo una pequeña pausa, sonrió, me miró fijamente a los ojos - lo que me desconcertó un poco porque yo sabía la malicia contenida en la pregunta - y afirmó:

- "La mejor religión es la que te aproxima más a Dios . Es aquella que te hace mejor."

Para salir de la perplejidad delante de tan sabia respuesta, pregunté: - "¿Qué es lo que me hace mejor?"

El respondió: - "Aquello que te hace más compasivo, más sensible, más desapegado, más amoroso, más humanitario, más responsable, más ético... La religión que consiga hacer eso de ti es la mejor religión."

Callé, maravillado, y hasta el día de hoy estoy rumiando su respuesta sabia e irrefutable...

Amigo: No me interesa tu religión o si tienes o no tienes religión. Lo que realmente me importa es tu conducta delante de tu semejante, de tu familia, de tu trabajo, de tu comunidad, delante del mundo...

Recordemos: "El Universo es el eco de nuestras acciones y nuestros pensamientos". La Ley de Acción y Reacción no es exclusiva de la Física; es también de las relaciones humanas. Si yo actúo con el bien, recibiré el bien. Si actúo con el mal, recibiré el mal.

Ser feliz no es cuestión de destino. Es cuestión de elección.

Leonardo Boff, teólogo, filósofo y escritor brasileño, es considerado uno de los mayores renovadores de la Teología de la Liberación latinoamericana, cuyo referente principal es la figura de Cristo como defensor de los pobres. Entre sus libros destacan: “Pasión de Cristo, Pasión del Mundo” y “La Iglesia se hizo Pueblo”. Renunció al sacerdocio para luchar libremente por sus ideas y, en 2001, fue galardonado con el “Premio Correcto Modo de Vida” –considerado el “Nóbel Alternativo”- con el que se reconocen las tareas en beneficio de la humanidad, que quedan fuera de los tradicionales reconocimientos de la Academia Sueca.

domingo, 17 de abril de 2011

Bienaventurados...

Por Emmet Fox.

Extracto del libro El Sermón de la Montaña. (Capítulo 2, “Las Bienaventuranzas”) Bienaventurados“Y viendo la muchedumbre, subió a un monte; y sentándose, se acercaron a él sus discípulos. Y abriendo su boca, les enseñaba, diciendo:

Bienaventurados los pobres en espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados los que lloran: porque ellos serán consolados.

Bienaventurados los mansos: porque ellos heredarán la tierra.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán saciados.

Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos alcanzarán misericordia.

Bienaventurados los limpios de corazón: porque ellos verán a Dios.

Bienaventurados los pacíficos: porque ellos serán llamados hijos de Dios.

Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia: porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados seréis cuando os vituperaren y os persiguieren, y dijeren de vosotros todo mal por mi causa, mintiendo.

Gozaos y alegraos; porque vuestra merced es grande en los cielos; que así persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros. (Mateo, V 1-12)

El Sermón del Monte comienza con las ocho Bienaventuranzas. Esta es, sin duda, una de las secciones más conocidas de la Biblia. Aún aquellas personas cuyo conocimiento de las Escrituras se limita a media docena de los capítulos más familiares, conoce de memoria las Bienaventuranzas.

Casi nunca las comprenden, por desgracia, y generalmente las consideran como consejos hacia una perfección teórica sin aplicación alguna en la vida diaria. Tal hecho se debe a una carencia completa de la Clave Espiritual.

Las Bienaventuranzas constituyen un hermoso poema en prosa de ocho versos, formando un todo armonioso que es al mismo tiempo un resumen acabado de la enseñanza cristiana.

Se considera más una sinopsis espiritual que literaria, que recoge el espíritu de la enseñanza mejor que la letra. Resúmenes de esta índole son característicos del antiguo sistema oriental de tratar una cuestión religiosa o filosófica.

Nos recuerda los Ocho Caminos del Budismo, los Diez Mandamientos de Moisés y otros compendios semejantes.

Jesús se dedicó exclusivamente a enseñar principios generales, los cuales tenían siempre que ver con estados mentales, porque Él sabía que cuando se piensa con rectitud la conducta resulta asimismo recta, y, por el contrario, cuando el pensamiento toma una dirección torcida, nada puede salir bien.

A diferencia de otros grandes guías religiosos. Jesús no nos da instrucciones detalladas acerca de lo que debemos o no debemos hacer; no nos manda comer o beber ciertas cosas ni abstenemos de ellas; no nos ordena cumplir tales o cuales observancias rituales en determinados tiempos o estaciones.

En realidad, todo su mensaje es antirritualista y antiformalista. Por eso fue intransigente en todo momento con el clero judío y su teoría de la salvación mediante las ceremonias verificadas en el templo:

"Es llegada la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre... pero ya llega la hora y ahora es cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, pues tales son los adoradores que el Padre busca. Dios es espíritu y los que le adoran han de adorarle en espíritu y en verdad."

Los fariseos, con su terrible y detallado código de requisitos externos, fueron los únicos contra quienes Jesús mostró una completa intolerancia.

Un fariseo escrupuloso de aquel tiempo -la mayoría de ellos eran extremadamente estrictos- tenía que dar cumplimiento cada día a un sinnúmero de detalles exteriores para alcanzar conciencia de que había satisfecho las exigencias de su Dios.

Un rabí contemporáneo ha calculado el número de tales requisitos en unos seiscientos, y como es obvio que ningún ser humano podría llenar cumplidamente una responsabilidad semejante, la consecuencia natural sería que la víctima, sabiéndose siempre muy lejos del exacto cumplimiento de su deber, viviera perennemente bajo un crónico sentimiento de pecado.

Ahora bien, creerse pecador equivale prácticamente a ser pecador con todas las consecuencias que se derivan de tal condición. La ética de Jesús contrasta con todo esto. Su objeto es precisamente liberar al corazón de poner su confianza en cosas externas, sea para lograr recompensas temporales o para alcanzar la salvación espiritual.

Él quiere llevamos a una actitud mental completamente nueva, y esto es lo que las Bienaventuranzas nos muestran gráficamente..."

Puedes bajar el texto completo (“El Sermón de la Montana”, por Emmet Fox) de Internet, o solicitármelo y te lo envío por email.

viernes, 15 de abril de 2011

Jesús sin la cruz...

Jesús sin la cruz“Dijo una voz popular:

¿Quién me presta una escalera

para subir al madero

a quitarle los clavos

a Jesús el Nazareno?


¡Oh, no eres tú mi cantar

no puedo cantar, ni quiero

a este Jesús del madero

sino al que anduvo en la mar!...”


Estas estrofas de la saeta popularizada por Joan Manuel Serrat, encuentran eco perfecto en el singular podcast de “El Mundo de las Trece Lunas” que te comparto hoy aquí: “Jesús Metafísico”.

Programa que llega muy a tiempo esta Semana Santa, para rescatar en nosotros la imagen de un Jesús que trae amor y esperanza, en lugar de recriminar con nociones de culpa, pecado y arrepentimiento.

Como seres espirituales que somos, ¿no te parece que ya es tiempo que bajemos a Cristo de la cruz, para más bien guardar sus enseñanzas y llevarlas en nuestro corazón?

Interesante audio de 60’

¡No te lo pierdas!


miércoles, 13 de abril de 2011

La palabra: poder curativo

Por Brad Hunter. La Palabra: poder curativoLa palabra, junto con el poder de la vibración, es capaz de crear, sanar y también destruir.

La teoría indica que cuando focalizamos nuestra mente en algo, y a esto le sumamos el sentimiento y la emoción para finalmente expresarlo, estamos exteriorizando y materializando un poder que estará afectando los reinados de la materia.

LO QUE LE DICES A TU SEMEJANTE, TE LO DICES A TI MISMO

Si cada uno de nosotros estuviésemos conscientes de que la energía liberada en cada palabra afecta no sólo a quien se la dirigimos, sino también a nosotros mismos y al mundo que nos rodea, comenzaríamos a cuidar más lo que decimos.

Los antiguos esenios sabían de la existencia de un enorme poder contenido en la oración, el verbo y la palabra. Los antiguos alfabetos, como el sánscrito, el arameo y el lenguaje hebreo son fuentes de poder en sí mismos.

Los esenios utilizaron la energía que canaliza el lenguaje - la cual era la manifestación final del pensamiento, la emoción y el sentimiento- para manifestar en la realidad la calidad de vida que deseaban experimentar en este mundo.

En las culturas del antiguo Oriente eran utilizados los mantras, los rezos, los cánticos y las plegarias con una intención predeterminada, como técnicas para materializar estados internos y programar, de una forma ignorada por nosotros en la actualidad, realidades pensadas, deseadas y afirmadas previamente.

Los estudios realizados por físicos cuánticos comienzan a redescubrir y validar el enorme conocimiento olvidado de antiguas culturas ancestrales. Un conocimiento que se encuentra aún escondido y olvidado y que nos aportaría el poder de cambiar nuestro mundo.

LAS PALABRAS PUEDEN PROGRAMAR EL ADN

La más reciente investigación científica rusa apunta a que el ADN puede ser influido y reprogramado por palabras y frecuencias, sin seccionar ni reemplazar genes individuales. Sólo el 10% de nuestro ADN se utiliza para construir proteínas, y este pequeño porcentaje del total que compone el ADN es el que estudian los investigadores occidentales.

El otro 90% es considerado “ADN chatarra”. Sin embargo los investigadores rusos, convencidos de que la naturaleza no es tonta, reunieron a lingüistas y genetistas -en un estudio sin precedentes- , para explorar ese 90% de “ADN chatarra”.

Los resultados arrojaron conclusiones impensadas: según los estudios, nuestro ADN no sólo es el responsable de la construcción de nuestro cuerpo, sino que también sirve como almacén de información y para la comunicación a toda escala de la biología.

Los lingüistas rusos descubrieron que el código genético, especialmente en el aparentemente inútil 90%, sigue las mismas reglas de todos nuestros lenguajes humanos. Compararon las reglas de sintaxis (la forma en que se colocan juntas las palabras para formar frases y oraciones), la semántica (el estudio del significado del lenguaje) y las reglas gramaticales básicas, y así descubrieron que los alcalinos de nuestro ADN siguen una gramática regular y sí tienen reglas fijas, tal como nuestros idiomas.

Por lo tanto, los lenguajes humanos no aparecieron coincidentemente, sino que son un reflejo de nuestro ADN inherente. El biofísico y biólogo molecular ruso Pjotr Garjajev y sus colegas, también exploraron el comportamiento vibratorio del ADN. “Los cromosomas vivos funcionan como computadoras solitónicas/holográficas usando la radiación láser del ADN endógeno”.

Eso significa que uno simplemente puede usar palabras y oraciones del lenguaje humano para influir sobre el ADN o reprogramarlo. Los maestros espirituales y religiosos de la antigüedad han sabido, desde hace miles de años, que nuestro cuerpo se puede programar por medio del lenguaje, las palabras y el pensamiento.

Ahora eso se ha probado y explicado científicamente. La sorpresa mayor fue descubrir la manera en que el 90% del “ADN Chatarra” almacena la información. “Imaginemos una biblioteca que en lugar de archivar miles de libros sólo guarda el alfabeto común a todos los libros, entonces, cuando uno solicita la información de un determinado libro, el alfabeto reúne todo lo contenido en sus páginas y nos lo pone a nuestra disposición”, aclaró Garjajev.

Esto nos abre las puertas a un misterio aún mayor: que la verdadera “biblioteca” estaría fuera de nuestros cuerpos en algún lugar desconocido del cosmos y que el ADN estaría en comunicación permanente con este reservorio universal de conocimiento.

EL PODER CURATIVO DE LA PALABRA

Existe una capacidad demostrada en la que la palabra puede afectar la programación del ADN. La salud podría conservarse indefinidamente si nos orientamos en pensamientos, sentimientos, emociones y palabras creativas y, por sobre todo, bien intencionadas.

Los estudios del Instituto Heart Math nos abren un nuevo panorama hacia la curación, no sólo de los humanos enfermos, sino también para la sanación planetaria. El instituto cree en la existencia de lo que ellos dieron en llamar “híper-comunicación”, una especie de red de Internet bajo la cual todos los organismos vivos estarían conectados y comunicados permitiendo la existencia de la llamada “conciencia colectiva”.

El Hearth Math declara que si todos los seres humanos fuéramos conscientes de la existencia de esta matriz de comunicación entre los seres vivos, y trabajáramos en la unificación de pensamientos con objetivos mancomunados, seríamos capaces de logros impensados, como la reversión repentina de procesos climáticos adversos.

El poder de los rezos, oraciones y peticiones, tal como nos lo han legado los antiguos esenios -potenciado por millares de personas-, nos otorgaría un poder que superaría al de cualquier potencia militar que quisiera imponernos su voluntad por la fuerza. Este poder ha sido demostrado en especies animales como los delfines, que trabajan unificados en objetivos comunes.

Los delfines utilizan patrones geométricos de híper-comunicación, ultrasonido y resonancias que les sirven para interactuar con las grillas energéticas del planeta. Estos animales poseen la capacidad de producir estructuras sónicas geométricas y armónicas bajo el agua. Podríamos afirmar que los delfines ayudan más a mantener el equilibrio planetario de lo que lo hacen los humanos.

Si Dios nos otorgó el poder, significa que quiere que nosotros, una vez alcanzado un nivel de conciencia determinado, ayudemos con respeto a la vida a ser co-creadores de su obra.

Fuente: Revista “El Planeta Urbano”.

jueves, 7 de abril de 2011

Comprendiendo Japón...

Por Neale Donald Walsch
Comprendiendo Japón

Cuatro días después de los trágicos acontecimientos en Japón (15 de Marzo 2011), el reconocido autor de "Conversaciones con Dios" dio a conocer esta interesante reflexión:

"Nuestros corazones están hoy con toda la gente de Japón y con la gente de todo el mundo, en verdad, porque es todo el mundo el que ahora está observando la tenue evolución en Japón casi hora-por-hora, y que se ven afectados, tanto directa como indirectamente, por ello. La situación en ese país devastado no ha ido mejorando.

Más bien, casi parece que se hiciera peor momento tras momento. Rezamos para que las próximas 12 horas y el día que sigue traigan un respiro de las malas noticias que han estado fluyendo de esa isla nación casi sin parar desde el terremoto masivo de 8,9 que ocurrió el pasado viernes 11 de marzo. He estado reflexionando profundamente acerca de este evento geofísico de impacto mundial, tratando de entenderlo desde la perspectiva de Conversaciones con Dios.

Me gustaría ofrecer mis observaciones aquí, no porque piense que son importantes de documentar ni porque valgan más que las de cualquier otra persona, sino porque –como después del 11 de Septiembre y Katrina, el tsunami de Indonesia y Haití, y otros eventos terribles– muchas personas me han preguntado: “¿Cómo encaja lo que está sucediendo ahora con el mensaje de Conversaciones con Dios?”

Con su venia, voy a ofrecer mi respuesta a esa pregunta en varias etapas durante los próximos días, debido a que (1) quiero ver qué acontecimientos adicionales se producen en las próximas horas, y (2) este blog terminaría siendo demasiado largo si pongo todos mis pensamientos presentes en un solo artículo enmarañado. Me gustaría abrir mi comentario personal comentando el aspecto más importante de la calamidad de Japón: el alto número de muertes que sigue en aumento.

Mientras veía aumentar los números desde los primeros informes en centenares, hasta los informes posteriores que rondaban los dos mil hasta los informes actuales que indican que 10.000 personas, como mínimo, han perdido la vida, mi mente se apresuró a considerar profundamente la información que se me dio hace varios años en el texto de Conversaciones con Dios acerca de la muerte y morir, EN CASA CON DIOS en Una Vida Que Nunca Termina.

En esta conversación, Dios me dijo que nadie muere nunca en un momento o de una manera que no sea de su elección. De hecho, si el mensaje de Conversaciones con Dios es correcto, nada sucede que vaya en contra de nuestra voluntad, ni puede suceder, teniendo en cuenta Quiénes y Qué Somos. Quiénes y Qué somos, Conversaciones con Dios famosamente nos dice, es Dios.

Nosotros somos, dice Conversaciones con Dios, la expresión individualizada y localizada de la Divinidad. Teniendo en cuenta esta verdad, todo lo que ocurre, ocurre para nuestro beneficio, ya que conduce a la evolución de la especie humana y la expresión cada vez mayor de la Vida Misma, en todas sus formas y lugares.

Así como en el cosmos, donde sistemas estelares enteros colapsan en agujeros negros y donde los soles arden hasta extinguirse a sí mismos dejando a los planetas que giraban a su alrededor dispersándose en la oscuridad helada, así también la Vida proporciona el combustible para que la Vida Misma continúe. Nada ni nadie muere, sino que simplemente cambia de forma de vida.

Digo “simplemente” con una conciencia profunda y sensible del hecho de que el cambio de forma de vida de los seres humanos de lo físico a lo no-físico, lo experimentan como una tragedia quienes se quedan atrás. No hay mayor pérdida, en nuestra cultura, que la pérdida de la vida.

Sin embargo, el que muere no lo experimenta como una pérdida en absoluto, ni como el final de la vida o la conciencia, sino más bien, como la transición a un nivel aún mayor de conciencia y experiencia. Así nos lo dice Conversaciones con Dios.

Si esto es verdad, y yo creo que lo es, entonces no tenemos que llorar a quienes se han ido, porque ellos han pasado a un lugar de más alegría que la que conocieron jamás mientras estuvieron aquí en la tierra. Sin embargo, si esto es así, una persona pensante debe preguntarse: ¿Para qué vivir entonces? ¿Por qué no poner fin a nuestra propia vida voluntariamente en este momento, y graduarnos a ese lugar más elevado y más dichoso?

Esa es una pregunta perfectamente razonable y perfectamente lógica. La respuesta es que la Vida se vive en lo físico (una y otra vez) por una razón; por un propósito que no se puede lograr en el reino no-físico, por dichoso que sea. Si pudiera hacer una analogía, es algo así como ir a trabajar. Es mucho más agradable y mucho más gozoso estar de vacaciones, pero no podemos lograr en las vacaciones lo que podemos lograr en el trabajo.

Este es un ejemplo simplista, pero sirve, espero, para ilustrar la idea. La Vida Física tiene una razón de ser. Hay algo que estamos haciendo aquí que no podemos hacer en el reino puramente espiritual. Es por eso que a la larga todos regresamos —por lo general después de tomar un buen descanso, largo y feliz.

Sin embargo, sí es posible que la vida en el reino físico sea, nos dice Conversaciones con Dios, no menos dichosa que la vida en el reino espiritual. Y en las civilizaciones avanzadas, donde los seres sintientes saben Quiénes Son Realmente y expresan eso, lo es. Esto no está sucediendo en este momento en la tierra, pero la humanidad está avanzando hacia eso —todo como parte de su evolución.

Así pues, con respecto a aquellos cuyas vidas físicas terminaron a causa del terremoto y tsunami en Japón, lloramos con todos aquellos que han perdido seres queridos, ya que entendemos el profundo dolor de su pérdida. Sin embargo, nos regocijamos y agradecemos a un Dios que ha creado el proceso de la Vida Misma, de forma tal que nunca termine, ni que tampoco ninguna Alma ni Esencia cambie de forma de vida en contra de Su voluntad.

Para decirlo en pocas palabras y en forma directa, todos los que murieron en los últimos días, murieron porque, a un nivel que no es el nivel consciente, ellos eligieron hacerlo.

Sé que eso es difícil de creer, y ciertamente no es algo que yo le diría a un familiar profundamente afligido en el momento que está experimentando su pérdida, a menos que pensara que eso podría ayudar a que la persona en duelo por lo menos supiera que no ocurrió nada que fuera en contra de la voluntad del Alma que partió.

Esto deja muchas otras preguntas sin respuesta. Muchas personas afligidas me dicen: “¿Quieres decir que mi esposa (esposo, madre, padre, hijo, etc.) en realidad eligió dejarme? ¿Qué me estás diciendo? ¿Qué me dice eso acerca de lo felices que eran conmigo?”

Yo creo que es muy importante no tratar de entender cuestiones como éstas a nivel de la Mente, sino tratar de pasar al nivel del Alma mientras contemplamos tales preguntas.

Voy a continuar con esta exploración en mi próximo artículo aquí. Por ahora, unámonos una vez más (sé que lo han hecho muchas veces en estos últimos días) para enviar nuestra luz y amor y energía sanadora a todos aquellos que han sufrido angustia terrible y pérdidas en Japón, así como en Libia, Bahréin, y en cualquier otro lugar del mundo donde vidas físicas hayan terminado abruptamente, inesperadamente y trágicamente (para los sobrevivientes).

Dios otorgue a esos sobrevivientes paz y liberación de su dolor. Y que Dios los bendiga, a todos los que leen esto, mientras nos aventuramos juntos en nuestro propio viaje particular aún sin completar, que será explorado y explicado profundamente aquí en los próximos días."

Con amor, Neale.
Traducción: Margarita López
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm

miércoles, 6 de abril de 2011

Alabanza y compasión infinitas...

Alabanza y compasión infinitas
Un Mantra es una puerta “mágica” para apaciguar el pensamiento y entrar en un mundo de armonía con lo más profundo de nuestro ser, favoreciendo el mantener ese sentir en nuestra vida diaria.

Palabras y sonidos dotados de poder, los mantras son utilizados por monjes budistas e hindúes, para la sanación y el desarrollo espiritual. Son términos o expresiones que actúan sobre la mente.

Te comparto aquí dos de ellos:

Mantra de Avalokiteshvara.

Vocablo compuesto de las partículas íshvara “el señor” y avalókita “el que mira hacia abajo”, es decir: el Señor de la Compasión, Avalokiteshvara, es “el Bodhisattva que mira los sufrimientos del universo con infinito amor y compasión”.

http://www.ivoox.com/mantra-of-avalokiteshvara-audios-mp3_rf_573482_1.html

Mantra Om Mani Padme Hum

“Chant”, cántico profundamente espiritual y compasivo, el Om Mani Padme Hum nace del corazón de los Budistas Tibetanos, reflejando su estilo de vida desde tiempos ancestrales.

Muchos de ellos lo cantan, mientras meditan caminando hacia las montañas tibetanas, en busca de esa paz e iluminación que tanto anhelamos encontrar.

http://www.ivoox.com/om-mani-padme-hum-audios-mp3_rf_544790_1.html

¡Un verdadero regalo para el espíritu! Date el tiempo de disfrutarlos (24' c/u).

Con mi agradecimiento para el Podcast Namaste.
http://www.ivoox.com/

lunes, 4 de abril de 2011

Pequeño Gran Hombre...

Pequeño Gran HombreQuizás fue porque nunca me enseñaron a luchar -dijo el pequeño cobarde para sí, segundos antes de caer desplomado, apabullado y deshecho ante sus incipientes intentos... y sus primeras derrotas. Tal vez, si hubiera intentado tan sólo una vez más... ¡Tal vez entonces se hubiera coronado triunfador!

Pero no, desafortunadamente, se dejó vencer demasiado pronto. Nunca se percató de que "a luchar en la vida", no se aprende en una escuela específica; se aprende en el día a día. Que es precisamente el desánimo, el acicate para volverlo a hacer mañana, y aún con más coraje, y con más decisión y seguridad que hoy.

Lo que tú hagas o como tú lo hagas, quizás no guste a todo mundo. Pero es la manera UNICA en que Dios te lo ha permitido hacer. Y debes de luchar por tu posición. Inténtalo, chico! Nadie más que tú podrá experimentar la maravilla de saberte vencedor de ti mismo. De haber derrotado tus frustraciones. Tus desánimos. Tus desconsuelos. Tus dudas. Tus temores. Nefastos presagios de la destrucción de tu verdadero SER.

Y, ¿de dónde nacen, o dónde surgen esos entes aniquiladores? Del propio terreno virgen de tus pensamientos. Ahí se van agazapando poco a poco. Van robándole espacio y poder a lo positivo que hay en ti. ¿Por qué ahora que eres adulto, has de quejarte porque "desde niño no me inculcaron seguridad en mí mismo"?... o "si al menos alguien me hubiese dicho que yo podía hacer bien las cosas!"...

¿Sabes? nunca es tarde para que uno mismo tome las riendas de su vida. Resulta muy cómodo y fácil echarle a otros la culpa de lo que te pasa, en lugar de asumir la responsabilidad de tus circunstancias, que no son producto de otra cosa, sino de tus propios pensamientos negativos, plenos de temor e inseguridad.

Si ahora te das cuenta de que nadie te dijo de pequeño que tú valías mucho, ¿sabes cuál es la solución? Así de fácil: comenzar, ahora mismo, pero efectivamente, a decirte constantemente, que tú vales mucho. Que eres un Ser Irrepetible. Que eres todo un Príncipe, porque eres hijo de la Luz.

Que debes caminar por la vida con la cabeza muy en alto, y el orgullo de saberte de nobilísima estirpe, a flor de piel. ¿Que no puedes? ¿Que la vida es difícil? ¡Ríete de ti mismo! De tus pensamientos aniquiladores, mediocres y derrotistas.

Sácalos de tu mente como quien saca con una pesada escoba toda la basura que hay en casa. Sí, porque en la casa de tu mente, no debe haber cabida más que para pensamientos edificantes, que te construyan.

Tú eres, hijo mío, un hijo de la inteligencia, del amor, del poder. Apréndete esto. No hay imposibles, tan sólo seres que se piensan imposibilitados. Sí, llora si quieres. Llora porque vas a reedificarte. Porque vas a dejar tirada por el suelo la piltrafa de tu derrotismo.

Quítate esos ropajes que te van mal, que te constriñen, que te amilanan. El temor y el espíritu de derrota no le van al Hijo del Rey. El Señor te ilumina aquí y ahora, y siempre. No temas. Sólo déjate guiar por él. Hacia el sitio alto que él te tiene preparado. Hacia la realización de tu plenitud.

Aprende y date cuenta por fin que la derrota o el triunfo, antes que se manifiesten hacia el exterior, han surgido de tu mente, y han echado raíces primero en tu corazón. ¿Qué es lo que vas a permitir que fructifique ahí? ¿La oscuridad o la luz? ¿El valor o la cobardía? ¿La esperanza o el desánimo?

Es la lección que has de ir aprendiendo y aplicando día a día. Y, no hay vuelta de hoja. Día a día es una página en blanco que hemos de llenar con frases de victoria o de derrota... de triunfo o desolación. ¿Qué decides, mi Pequeño Gran Hombre?...

Elvira G.

® Derechos Reservados.