No encajas...

Te sientes diferente. No puedes evitarlo. Hay algo en ti que va más allá de lo cotidiano, de lo rutinario. De lo “normal”. No encajas. Quizá nunca hayas encajado. O tal vez hayas encajado “a medias”. Pero normalmente has vivido en un mundo distinto al de los demás. Un mundo que solo tú puedes percibir y que tiene poco o nada que ver con el mundo que ven las personas de tu entorno.

Probablemente creciste así. Viendo más allá de lo ordinario. Intuyendo, sintiendo y sabiendo cosas que la mayoría consideraba inexistentes o fantásticas. Caminando al margen. Eso te supuso momentos de soledad y frustración. No fueron pocos. Y así, con dificultades y obstáculos de los que sólo tú eras consciente, fuiste avanzando, creciendo, madurando... Muchas veces te refugiaste en las estrellas, en noches de luna y misterio que solo tú eras capaz de apreciar. En esas noches, la incomprensión dolía menos y la aparente soledad quedaba en segundo plano.

A ti, amig@, que comprendes mis palabras y vives día a día esta realidad, te pido que sigas caminando. Todo tiene un sentido, aunque a veces cueste comprenderlo con la mente. No tengas duda: tu presencia aquí es necesaria. No existen vidas absurdas, y la tuya no es una excepción. Gracias a ti, algo nuevo está floreciendo en este mundo. Ninguna otra persona podría ocupar tu lugar ni aportar lo que tú aportas. Tu manera de ser y entender la vida es lo que la evolución del planeta necesita. Por eso naciste. Por eso estás aquí.

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Autor: Javier López