Momentos antes de cerrar la última hoja de un calendario que llegaba a su fin, un misterioso ángel se acercó sigilosamente hasta mi escritorio, y dejó este mensaje. Lo transcribo tal cual para ti:“La travesía continúa. No has llegado más que a otro portal. Tu viaje de retorno marca todavía varios altos en el camino. No desesperes, cada día te acerca más a casa. Aún se perciben en tu sendero, dudas y temores que vencer. Apegos y deseos de control que superar. Todos, engaños del ego que resiste a darse por vencido. Tu batalla de siglos, de incontables salidas a escena con diferentes vestuarios y roles qué representar, aún no se ha ganado.
Esta nueva etapa, el 2012, será un singular campo de batalla para salir, jornada tras jornada, a vencer tu ceguera, hasta que enarboles por fin el estandarte de la libertad. Hasta que dejes de lado la falsa creencia de que eres cuerpo limitado y efímero. Hasta que, abriendo los ojos del alma, reconozcas que eres ciertamente espíritu surcando aún por esta densa dimensión de energía, condensada en materia.
El 2012 es ahora tu escenario. Oportunidad de representar por fin el rol que te fue asignado. No más emplear tiempo y energía a cambio de unas cuantas monedas, sino por verdadero amor a lo que haces. No más tolerar situaciones que te asfixien, sino gozar de entornos que crezcan tus alas para volar. No más volver la vista atrás, ni seguir atisbando ansiosamente hacia el futuro.
El escenario ha cambiado. La trama se vive ahora en tiempo presente. Ya despertaste. Experimenta entonces tu auténtica real-idad. Eres espíritu venido a redescubrir su naturaleza lumínica. Debido a ello, podrás evitar juicios. Respetar y aceptar a cada ser en su particular nivel de desarrollo. No pensarás en cambiar nada ni a nadie porque, en el rico paisaje de la existencia, cada ser es perfecto así como es y en el sitio justo en que está.
Tu pasaporte hacia nuevas dimensiones es el Amor, sin condiciones. Concepto que se traduce en cada idioma como aceptación, tolerancia, compasión, paciencia, perdón… Vas por buen camino. Reconocer todo esto es el primer paso. Tan sólo no desmayes ni busques aplauso.
No viniste al mundo a pedir amor, sino a Ser Amor para prodigarlo. No busques fuera o en los demás, lo que abunda ya dentro de ti. Tan sólo necesitas abrir la puerta y dar el primer paso a tu interior. Eres fuente de Luz infinita. Descúbrela al fin y ofrécela en dádiva al mundo… a tu mundo, en este tan esperado y especial 2012.
Te abraza con amor incondicional,
tu Angel Custodio…”
Elvira G.




Encendió un nuevo fósforo. Creyó entonces verse sentada cerca de un magnífico nacimiento: era más rico y mayor que todos los que había visto en aquellos días en el escaparate de los más ricos comercios. Mil luces ardían en los arbolillos; los pastores y zagalas parecían moverse y sonreír a la niña. Esta, embelesada, levantó entonces las dos manos, y el fósforo se apagó. Todas las luces del nacimiento se elevaron, y comprendió entonces que no eran más que estrellas. Una de ellas pasó trazando una línea de fuego en el cielo.
Cuando llegó el nuevo día seguía sentada la niña entre las dos casas, con las mejillas rojas y la sonrisa en los labios. ¡Muerta, muerta de frío en la Nochebuena! El sol iluminó a aquel tierno ser sentado allí con las cajas de cerillas, de las cuales una había ardido por completo.



"No soy ni el ego ni la razón. No soy la mente ni el pensamiento.
Recuerdo aquí, una vez más, aquél consejo del Dr. Wayne W. Dyer, uno de mis maestros clave: “no te vayas de este mundo con tu canción aún dentro de ti”…
Las palabras son la herramienta más poderosa que tienes como ser humano, el instrumento de la magia. Pero son como una espada de doble filo: pueden crear el sueño más bello… o destruir todo lo que te rodea.



