miércoles, 28 de julio de 2010

Un Mundo sin Quejas

El reto de los 21 días...

Un Mundo sin Quejas

Si algo no te gusta, cámbialo. Si no puedes hacerlo, cambia tu actitud. No te quejes.
CAMBIA LA FORMA DE VER LAS COSAS, Y LAS COSAS CAMBIARÁN DE FORMA.

En Julio del 2006 Will Bowen propuso a su comunidad "El reto de los 21 días" con el propósito de ayudar a eliminar cualquier rastro de queja o lamento y sus nocivas consecuencias para el individuo.

Su propuesta fue muy simple: los participantes debían colocarse una pulsera morada con la leyenda UN MUNDO SIN QUEJAS y mantenerse durante 21 días sin emitir ningún tipo de queja o crítica, ya sea "me duele la cabeza" o "nada me está saliendo bien".

Si durante este periodo los participantes emitían algún lamento debían cambiarse la pulsera de muñeca y volver a empezar. La mayoría de los participantes logró superar el reto, pero con un mínimo de 5 meses, un tiempo que evidencia la presencia de la cultura de la queja en nuestras vidas.

Un reto que cambiará tu vida y la de tus semejantes
Te proponemos asumir este reto de 21 días sin quejas, sin críticas y sin chismes... si lo logras, harías de tu vida un paraíso sin enfermedades. Tendrás mejor ánimo, menos dolores, relaciones más favorables, mayor autoestima, etc. Serías una persona más feliz y armoniosa.

¿Crees que puedes aceptar el reto?
Seis millones de personas ya lo han logrado desde que en 2006 el Pastor Will Bowen ha lanzado la campaña en EEUU. Cada día se suman más personas a este reto para lograr un mundo mejor. También México ya tiene su organización que apoya esta campaña de "Un mundo sin quejas".

Muchas personas que participan del reto, que decían no quejarse demasiado, se dieron cuenta de lo hacían con un promedio de 20 veces al día. Así que imagínate lo que nos quejamos y criticamos a diario...

Quejarnos se ha convertido en una Pandemia
¿Has notado que siempre hay algo de que quejarse? Si no es el clima, es el tránsito, la inseguridad en las calles, las mentiras de los políticos, la salud, del dinero que no alcanza, etc., etc. Lo único que ganamos al quejarnos es sentirnos cada vez peor.

"Cuando criticamos, nos quejamos o juzgamos algo o alguien, estamos emitiendo una energía discordante. Esta energía, por Ley de Atracción será devuelta a nosotros pero multiplicada. Además, alimentamos aquello de lo que nos quejamos y lo hacemos más grande".

Con la queja te conectas a campos morfogenéticos de baja energía, que te debilitan, haciéndote más vulnerable a enfermedades, conflictos sociales y carencias. Por el contrario con la Gratitud te conectas a campos morfogenéticos de mayor energía, en los niveles en que el poder personal se desarrolla.

Nuestra propuesta es que desde este momento en adelante asumas el compromiso de dejar la queja y la remplaces por la Gratitud... así que mantente observando tus pensamientos y palabras y cada vez que te descubras quejándote, expresa un agradecimiento a la vida, al trabajo, la salud... o cualquier otra cosa que puedas agradecer de corazón... siempre tendrás algo para agradecer. Cada vez que emitas una queja tendrás que volver a empezar la cuenta de los días desde uno.

Pensar una queja o crítica y no la digo, ¿también cuenta?
Por suerte NO. Sólo las palabras que salen de tu boca son las que cuentan en este caso. Quienes lo han logrado reconocen que no es para nada fácil, pero después de las tres semanas, o más, que tardes en lograr la meta, dejas inclusive de criticar con la mente.

¡Adelante!... acepta el reto... demuéstrate que SI puedes, y vive la Gratitud como una experiencia que se "siente"... y asciende a un mayor nivel de conciencia y despertar, donde el panorama de la vida será más amplio y amable contigo.

No hace falta que te pongas una pulsera morada, utiliza lo que te resulte más cómodo. Una piedra en el bolsillo puede ser útil. La importancia es darnos cuenta que estamos "en falta" y al cambiar la pulsera de brazo nos permite tomar conciencia que hemos recaído en la queja. Así que debemos cambiar de brazo la pulsera, o de bolsillo la piedra, y comenzar nuevamente a contar los 21 días.

¿Por qué 21 días?
Los científicos dicen que nos toma 21 días en crear un hábito, y como quejarnos es habitual para la mayoría de nosotros, nos tomará 21 días para dejar ese hábito y formar uno nuevo: "la gratitud".

"Quejarse no debe confundirse con la crítica constructiva a través de la cual le haces saber a alguien que ha cometido un error o que tiene alguna deficiencia de modo tal que pueda mejorar. Y abstenerse de quejarse no necesariamente significa soportar malas conductas o actitudes. No hay nada de malo en decirle al mesero que tu sopa está fría y que necesita ser calentada; si te ciñes a los hechos, que son siempre neutrales. -¿Cómo te atreves a darme la sopa fría?- Eso es quejarse".

Eckhart Tolle
“Un Nuevo Mundo, Ahora”

www.nuevagaia.com.ar

4 comentarios:

Cometa Azul dijo...

Excelente articulo, voy a realizar el ejercicio...Saludo de Luz y Amor, Cometa Azul
Namaste

Elvira G. dijo...

Gracias por tu visita y comentario, "Cometa Azul".

Este mensaje lo recibí y reenvié por email a mis amigos personales. Tuvo tan buena respuesta, que decidí ponerlo aquí en el blog para que siga "invitando" al cambio desde el interior...
Porque bien lo sabemos, el mundo no va a cambiar... si primero no cambiamos nosotros mismos!

Por otro lado, la idea fue inspirada por Eckhart Tolle, para mí, el "gurú contemporáneo" de occidente! Su sabiduría, tan simple y "cotidiana" es innegable.

Me asomé rápidamente por tu página, ¡felicidades, tienes ahí mucha sabiduría! Te pondré entre los "sitios que recomiendo" en este blog!

Ah, y por supuesto, que "el plan de los 21 días", te resulte un éxito!

Luz, armonía y serenidad constantes en tu camino!

Elvira G.

Mirta Pagola dijo...

Gracias Elvira por compartirlo.
He pasado por la experiencia de los 21 días, el saldo es maravilloso!
En realidad no fueron 21 días corridos de una, no, fueron distintos intentos, pero lo logre.
Te invito a que lo hagas, te vas a dar cuenta de cuantas veces nos quejamos, "sin darnos cuenta", sólo por el hábito de hacerlo...
Abrazo de luz, Mirta

Elvira G. dijo...

Mirta, ¡felicidades!, eres ejemplo viviente de que SÍ SE PUEDE!!!

Estoy en el intento, utilizando más bien un anillo... ya llevo varios cambios de dedo (de lugar). La observación constante es excelente para el cambio interior...

Gracias por compartirnos tu experiencia... ¡y tu logro!

Un abrazo... ¡y que siga el saldo de no quejas!

Elvira.