El tiempo pasa tan rápidamente que casi no sentimos los
días… dejamos atrás el tiempo lineal y nos adentramos en el tiempo circular,
donde pasado y futuro no existen y el único tiempo es el hoy. Nos anclamos
firmemente en el presente… La vibración de la tierra solía ser de 8 mhz y hoy
casi estamos en los 13 mhz…
Todo se acelera y es imposible no sentir los movimientos de
este cambio vertiginoso.
Nuestro panorama se está modificando diariamente… algunos
amigos de pronto nos vieron diferentes y se distanciaron, quienes creíamos
enemigos se acercaron y ahora son amigos, esos amores que prometían ser eternos
se desgastaron, y esa persona que nos era completamente indiferente de pronto
empezó a ser especial.
Lo que vendía en la tv y los medios de comunicación ya no…
los que antes eran tomados por locos ahora son consultados como eminencias y
quienes eran los eruditos son dejados de lado. Nuestro cuerpo asimila lo nuevo
con asombro y gratitud, a ratos respondiendo mejor que nunca y por momentos
agotado al extremo.
Todo se está transmutando, el aire se ha vuelto más sutil,
la luz más brillante y nosotros vamos girando y girando en un carrusel de
mágicos colores y a ratos mareados de tanto girar y de pronto muy lúcidos y
conectados… Vivimos el cambio.
¿El mundo al revés? Quizás….
Y todo esto pasa porque las energías que antes sostenían el
sistema se han debilitado, ya no hay cabida para las viejas estructuras que se
han ido desmoronando… Imposible volver a la normalidad porque eso ya no existe.
Ahora lo normal es la sorpresa y por eso vivimos de imprevisto en imprevisto.
Dejamos atrás la creencia de que algo es bueno o malo porque
descubrimos que bien y mal son juicio que hemos creado desde la inconsciencia y
que nadie puede atribuirse ser el dueño de la verdad.
Se quedan atrás muchas personas porque nuestro cambio
–aumento de vibración– hace que nuestra energía les repela y aparecen en tu
vida personas nuevas que vibran en sintonía con tu ser…
Muchos ciclos están cerrándose porque se abren otros nuevos.
La vida se torna distinta porque la miramos con otros ojos… La necesidad de ser
felices se apoderó de nosotros y dejamos de conjugar el verbo cumplir para
dedicarnos a conjugar otros verbos más simples y menos estresantes como sentir,
reír, disfrutar, bailar, abrazar, acompañar, compartir, vivir…
Un nuevo ser humano está desarrollándose en este planeta…
somos los mismos, pero tan diferentes.
Los que esperaban cambios espectaculares, peliculescos y
dramáticos deberán aceptar que los cambios que quieren ver en el mundo empezarán
a proyectarlos desde dentro porque el acontecimiento más importante de este
tiempo está sucediendo en cada corazón…
Se requerirá de mucha lucidez y bastante coraje para vivir
este periodo de trascendencia y mantenerse vibrando en las altas tonalidades de
la alegría, la confianza y el amor incondicional… La energía que nos llevará
hacia la iluminación está ahora aquí, disponible para cada uno de nosotros y sólo
hay que ser consciente de ello para estirar la mano y alcanzarla…
Desde ahora viviremos en total estado de gratitud por estar
participando de este acontecimiento galáctico. Estamos vivenciando el mayor
espectáculo cósmico de todos los tiempos y nos hemos reservado desde hace
siglos para estar aquí.
Levántate cada mañana, alza los brazos al cielo y exclama
con total sentimiento ¡Gracias!
EMAR
Fuente:
Facebook Shekinah Merkaba
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