Pierrot:
¿Te parece, Colombina? Hoy hemos de arrancar voces al silencio, a la muerte, a la nada, al vacío en que se van, si no, los otros días… Hoy habremos de arrancar una página a la historia, a esta historia que nos ha tocado vivir, plena de vicisitudes, de grandes heroísmos, de subidas y bajadas de todas esas energías mentales que nos rodean…
Colombina:
Sí, Pierrot, hoy habremos de entonar nuestro propio canto, para orar por la Luz de quienes aún se debaten en tinieblas, pero que luchan y pelean sinceramente por salir de ellas… Por todos aquellos que aún se creen “efecto”, sin conocer la “Causa”… o que dan causalidad al efecto.
Pierrot:
Por todos aquellos que van aún confiando o culpando de sus experiencias a cuanta causa externa puedan vislumbrar… Por todos aquellos que aún desconocen la tremenda fuerza creadora de su mente…
Colombina:
Y pediremos igualmente por todos esos hombres-niños que marchan por la vida dejándose engañar por falsas apariencias, por los oropeles del fausto y las vanas riquezas…
Pierrot:
¡Cierto! Incluiremos también a todos aquellos que, sin embargo, buscan otro vaso en dónde saciar su sed… La sempiterna necesidad de todo ser: la sed de Ser. La sed de vivir realmente… fuera del engaño. La sed de convertirse en lo aún desconocido… De transmutarse en súper-hombres, hijos de Dios, que llevan en la mente la decisión de su destino…
Colombina:
Por esos hombres, jóvenes aún en su comprensión de los verdaderos hechos de lo que es la vida, aunque ya viejos en su aún adormilada percepción…
Pierrot:
Sí, Colombina, por esos hombres es bueno, hoy, arrancar voces al silencio…
Elvira G.
domingo, 5 de diciembre de 2010
Arrancar voces al silencio...
Diálogo entre Pierrot -el Ser Interior-, y Colombina, amiga de saberlo todo.
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