En medio de aquél paraje solitario y gris, existía un miserable y desdichado ser, sobreviviendo apenas entre esa densa oscuridad. Un día, decidiendo escapar de ella, salió fuera de casa. ¡Quizás los demás le dirían cómo y dónde encontrar por fin un poco de luz! -se decía entusiasmado a sí mismo.
Su andar fue largo… de años, ¡que ya le parecían siglos! Visitó países exóticos y diferentes, convivió con variados grupos pero, a pesar de los fugaces destellos que recibía de vez en vez, seguía llevando consigo a su eterna compañera: esa callada y lamentable oscuridad interna.
Cierto día, estando aún con uno de esos grupos de buscadores, el ruido imperante ahí fuera era tan grande, que no le permitía escuchar nada más. Decepcionado y desalentado, decidió volver a casa. Una vez ahí, cayó totalmente rendido de cansancio y desánimo.
En la profundidad de su sueño, una inesperada voz le sacudió y despertó con estas firmes palabras:
“¿Cómo quieres encontrar fuera lo que no has podido ver dentro de tu propio espacio? ¿No te das cuenta que aquí está todo lo que necesitas? Tú mismo instalaste esa nube negra en tu horizonte.
¿De qué crees que se forman las nubes? De vapor condensado que retorna a la tierra en copiosas gotas de lluvia. En tu caso has “condensado” a lo largo de tus días ideas de tristeza, carencia, resentimiento, temor a la pobreza o la enfermedad… ¿Y qué representa todo ello? ¡Miedo condensado!¡Pobre hermano tridimensional! Cómo te han atrapado las falacias de la dualidad y la concepción del tiempo lineal en este plano. Así como el ilusorio concepto del “más tienes más vales”… ¡qué profundas raíces han creado en tu mundo!
Si tu corazón desea elevarse y vibrar más alto, necesitas quitarte el velo de esos engaños. Eres espíritu y el espíritu no posee ni necesita poseer nada. Quizás su única posesión sea la libertad… A decir verdad, más que “posesión”, libertad es la “definición” del espíritu.
Estando aún en esta tercera dimensión, mientras habites tu cuerpo físico, las leyes de este mundo te atarán a una serie de “posesiones” y atribuciones o pertenencias que serán como grilletes enraizados en tu mente. No desesperes.
Por Designio Cósmico, tu planeta está a punto de ascender a una vibración más alta. Lo sabes y lo presientes, de ahí surge tu anhelo por encontrar al fin la luz. Sólo recuerda: la iluminación no te la dará ningún maestro o gurú, ni la asociación con cierto núcleo de personas. Ellos podrán darte “información”, pero la verdadera transformación, la luz del espíritu, sólo tú la enciendes en tu interior.
Comprende, querido Hermano, tu cuerpo físico es como una lámpara. Pero si la lámpara no se conecta a la fuente de electricidad -el espíritu-, no puede cumplir con su misión. Sólo juntos, lámpara y electricidad, podrán iluminar al mundo!...”
Elvira G.
¿De qué crees que se forman las nubes? De vapor condensado que retorna a la tierra en copiosas gotas de lluvia. En tu caso has “condensado” a lo largo de tus días ideas de tristeza, carencia, resentimiento, temor a la pobreza o la enfermedad… ¿Y qué representa todo ello? ¡Miedo condensado!¡Pobre hermano tridimensional! Cómo te han atrapado las falacias de la dualidad y la concepción del tiempo lineal en este plano. Así como el ilusorio concepto del “más tienes más vales”… ¡qué profundas raíces han creado en tu mundo!
Si tu corazón desea elevarse y vibrar más alto, necesitas quitarte el velo de esos engaños. Eres espíritu y el espíritu no posee ni necesita poseer nada. Quizás su única posesión sea la libertad… A decir verdad, más que “posesión”, libertad es la “definición” del espíritu.
Estando aún en esta tercera dimensión, mientras habites tu cuerpo físico, las leyes de este mundo te atarán a una serie de “posesiones” y atribuciones o pertenencias que serán como grilletes enraizados en tu mente. No desesperes.
Por Designio Cósmico, tu planeta está a punto de ascender a una vibración más alta. Lo sabes y lo presientes, de ahí surge tu anhelo por encontrar al fin la luz. Sólo recuerda: la iluminación no te la dará ningún maestro o gurú, ni la asociación con cierto núcleo de personas. Ellos podrán darte “información”, pero la verdadera transformación, la luz del espíritu, sólo tú la enciendes en tu interior.
Comprende, querido Hermano, tu cuerpo físico es como una lámpara. Pero si la lámpara no se conecta a la fuente de electricidad -el espíritu-, no puede cumplir con su misión. Sólo juntos, lámpara y electricidad, podrán iluminar al mundo!...”
Elvira G.
3 comentarios:
La iluminación sólo la lograrás con la ayuda de un gurú. Tú "harás" el trabajo, pero sólo un maestro te enseñará cómo hacerlo sin errores.
Anónimo, gracias por tu visita y comentario. En efecto creo que es muy importante poder seguir a un "guía o gurú", sin embargo, me parece que ese personaje sólo podrá mostrarnos la ruta, el sendero...
El "caminar" en sí lo haremos nosotros mismos. Considero que la así llamada "iluminación" es algo tan personal e individual que no se puede describir con palabras.
Necesitamos vivirla en la privacidad de nuestro interior y, a mi modo de ver, no es algo que se pueda calificar de "correcto o incorrecto" porque cada ser es único y diferente.
Es como encontrar al fin tu propio lenguaje de hablar con Dios...
Un abrazo!
Elvira G.
. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
EN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años
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