Vivir para Vivir
El proceso
consciencial del ser humano alcanza un punto culminante cuando se comprende,
asume e interioriza el “Poder de Soltar”.
“Soltar” es algo desconcertante para la mente e inaceptable para el ego. Por eso, muchas personas que sienten hoy la necesidad de soltar, lo experimentan y contemplan como un reto casi imposible. Pero no es así. Lo cierto es que soltar es lo natural y lo que emana espontáneamente del interior en un determinado momento de la evolución espiritual. Y nuestro “verdadero ser” lo exige con claridad cuando se llega a ese estadio concreto del devenir consciencial.
Por eso, para soltar, basta con fluir y dejarse llevar por lo que brota de nuestro interior más hondo y sagrado. Se comprende entonces desde el Corazón que ya no queda otra opción que desapegarse. Desapegarse y vaciarse de todo. Incluso de uno mismo y del enorme peso que nos mantiene atados a una realidad que no es más que un sueño aplastaste, una colosal Matrix, que nos vuelve cadáveres vivientes –muertos que entierran a sus muertos- que se sueñan viviendo y se sepultan a sí mismos en el "tener que", el "deber de", el "yo quiero"...
Soltar... Soltar todas las referencias preestablecidas y todos los sistema de creencias; soltar conceptos y esquenas mentales; soltar imágenes y formas; soltar la ilusión de que somos espirituales por aferramos a la idea de la espiritualidad; soltar la cruz y la vela, el incienso y el padre nuestro; soltar las palabras que nos atan al rezo a un Dios exterior y ficticiamente separado de nosotros mismos; soltar guías, canalizadores y maestros, sobre todo maestros; soltar templos costosos que albergan la salvación; y soltar prácticas y cultos farragosos que nos muestran un “camino” predefinido por otros para acercarnos a ese Dios pretendidamente distante.
Soltarnos... Soltarnos de la gran mentira de que precisamos de un trabajo y unos ingresos para poder “vivir” (con cuánta frecuencia se confunde “vivir” con “sobrevivir”, que es lo que se hace en
Soltar... Soltar todo lo que provoca resistencia: mientras haya resistencia, no podrás fluir; soltar cualquier tipo de lucha: si sigues empeñado en luchar contra algo, contra lo que sea, no podrás crear; soltar cualquier clase de miedo: en tanto haya miedo en tu vida, de cualquier especie, no gozarás de Libertad; soltar deseos y anhelos; soltar también rechazos y renuncias; soltar la necesidad de soltar.
Soltar... Soltar para jugar a crear; soltar para Confiar en la Vida...
...Y, al fin, soltarnos de nosotros mismos hasta Ver la luz que siempre fuimos y Somos y constatar la divinidad de nuestra “naturaleza esencial”.
Cuando se comprende esto, lentamente y sin alternativa, como un
inmenso globo que soltó las amarras, el vuelo comienza y se despliega de
instante en instante. Y todo en nosotros y a nuestro alrededor se transforma y
transfigura en Amor.
No puede ser de otra manera. Ahora, tras soltar, observas desde donde no hay nada inventado, fijado, controlado, programado.
No puede ser de otra manera. Ahora, tras soltar, observas desde donde no hay nada inventado, fijado, controlado, programado.
Ya no eres tocado ni alcanzado por nada ni por nadie. Y sólo
observas. Observas en Soledad (la "Edad del Sol”) y Silencio. Observas sin
distracción, sin temor, sin deseo. Observas sin palabras, sin forma. Y observas
hasta, incluso, dejar de observar para integrarte absolutamente en lo
observado. ¡Y en ese preciso momento tomas consciencia de la Consciencia y de que
eres el Todo!
Entonces no hay vuelta atrás posible. Has hecho tuyo el "Poder de Soltar" y asistes al maravilloso Milagro del desapego completo. El vaciamiento llena tu Vida, que ya no es tal, sino
Ya todo es claro e intensamente pleno. Y te inunda un Amor que no es describible. El Amor que se expande desde
Cesó todo. Se habrá expandido aquello que se consideró “tú” en algún instante del momento presente continuo en el que lo eterno se desenvuelve. Al unísono, se difuminará cualquier idea de identidad, sea física, álmica o espiritual, individual o colectiva. Consciente del “Poder de Soltar”, amarás y vivirás
Vivir Viviendo: irradiando permanente Amor; conectado a todo lo que existe; desplegando
Vivir Viviendo: la única verdad de la vida; la verdad de que ¡sólo vale la pena Vivir para Vivir!
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