La historia del joven chino Liu Wei, es realmente motivo de inspiración. Chico extra-ordinario, que pareciera ser uno de esos ángeles llegados a este mundo para confirmar que somos mucho más que un cuerpo.
Su entereza y fortaleza internas para no dejarse doblegar por los reveses de la vida, le han llevado -a su corta edad de 23 años- a obtener el primer lugar en un concurso televisivo para impulsar talentos inéditos en su país.
Originario de Beijing, Liu Wei tenía apenas 10 años cuando un fatídico día, jugando a las escondidas con sus amigos, recibió una grave descarga eléctrica en los brazos, lo que provocó que le fueran amputados.
Sus padres, sin embargo, llenos de coraje e inteligencia, nunca le hicieron sentir que a partir de entonces fuera diferente a los demás. Por el contrario, le impulsaron a valerse por sí mismo. Así, sin derrumbarse, Liu Wei aprendió a comer, vestirse, lavarse los dientes, escribir y navegar por Internet, con la ayuda de sus pies.
A los 19 años aprendió a tocar el piano y, aunque le fue muy difícil superar todo ese traumatismo, opina que sólo tenía dos caminos: uno que le llevaría a morir rápidamente… y otro que podría llevarle a una vida maravillosa. Respecto al piano, afirma que “nadie dijo que el piano debe tocarse con las manos…”
No, lo sabemos: ¡hay quienes lo tocan más bien con el alma y el corazón! Eso es lo que nos enseña Liu Wei con su inspiradora actitud. ¡Disfrútala con estos videos!
http://www.youtube.com/watch?v=azNe6mMhrA8
http://www.youtube.com/watch?v=B1Qut0Nrsiw
Su entereza y fortaleza internas para no dejarse doblegar por los reveses de la vida, le han llevado -a su corta edad de 23 años- a obtener el primer lugar en un concurso televisivo para impulsar talentos inéditos en su país.
Originario de Beijing, Liu Wei tenía apenas 10 años cuando un fatídico día, jugando a las escondidas con sus amigos, recibió una grave descarga eléctrica en los brazos, lo que provocó que le fueran amputados.
Sus padres, sin embargo, llenos de coraje e inteligencia, nunca le hicieron sentir que a partir de entonces fuera diferente a los demás. Por el contrario, le impulsaron a valerse por sí mismo. Así, sin derrumbarse, Liu Wei aprendió a comer, vestirse, lavarse los dientes, escribir y navegar por Internet, con la ayuda de sus pies.
A los 19 años aprendió a tocar el piano y, aunque le fue muy difícil superar todo ese traumatismo, opina que sólo tenía dos caminos: uno que le llevaría a morir rápidamente… y otro que podría llevarle a una vida maravillosa. Respecto al piano, afirma que “nadie dijo que el piano debe tocarse con las manos…”
No, lo sabemos: ¡hay quienes lo tocan más bien con el alma y el corazón! Eso es lo que nos enseña Liu Wei con su inspiradora actitud. ¡Disfrútala con estos videos!
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http://www.youtube.com/watch?v=B1Qut0Nrsiw
1 comentario:
GRACIAS MI QUERIDA ELVIRA, QUÉ FUERTE ES EL MENSAJE Y QUÉ BELLO EL VIDEO Y MUSICA. BYE.
LILIA
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