Cuenta una historia que dos amigos iban caminando por el desierto.En algún punto del viaje comenzaron a discutir, y uno de ellos le dio una bofetada al otro.
Lastimado, pero sin decir nada, éste escribió en la arena: "Mi mejor amigo me dió hoy una bofetada".
Siguieron caminando hasta que encontraron un oasis, donde decidieron bañarse.
El amigo que había sido abofeteado comenzó a ahogarse, pero entonces su amigo lo salvó.
Después de recuperarse, grabó en una piedra: "Mi mejor amigo hoy salvó mi vida"…
El amigo que le había abofeteado y salvado, intrigado, le preguntó:
"¿Por qué cuando te lastimé escribiste sobre la arena… y ahora que te he salvado, lo haces sobre una piedra?”
El amigo le respondió: "cuando alguien nos lastima debemos escribirlo en la arena, donde los vientos del perdón puedan borrarlo… Pero cuando alguien hace algo bueno por nosotros, debemos grabarlo en piedra para que ningún viento pueda borrarlo… "
De ahí que necesitamos aprender a dejar escritas nuestras heridas sobre la arena… y a grabar sobre piedra nuestras venturas.
Toma un minuto encontrar a una persona especial, una hora para apreciarla, un día para amarla, y una vida entera para olvidarla... ¡Tómate el tiempo para vivir!
Este mensaje ha sido honrado con la lectura de muchos seres maravillosos, ¡entre ellos tú!
Considera esto grabado en piedra…
Autor anónimo.
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