2006...

¡Era entonces un cuadrado
tratando de encajar en un círculo!

Por Maru Real

Otra vez muchos cambios… y luna llena.
Wawa me dio de alta… me duele …
Un cierre… ¿un cierre? ¿Tres años?
¡¿Tan rápido?! Quién diría!!!

¿Qué soy? ¿En que me he convertido?
¿En quién me he convertido?…
¡Cuánto he aprendido! Hasta dónde he llegado… ¿? Tan lejos…
Quién lo iba a creer, ¡hubiera apostado una fortuna
y no lo hubiera imaginado ni en el más guajiro de mis sueños!…

¿Quién era?
¡ERA UN CUADRADO TRATANDO DE ENCAJAR EN UN CÍRCULO!

Luché 40 años de mi vida… contra la vida;
con la bandera de la perfección enredada en mi cuerpo,
que me impedía moverme, otra rigidez más…

¡Y claro! estaban las capas… capas… y más capas…
y vendas …y vendas… y más vendas…
y máscaras… máscaras y más máscaras…
de fierro, de acero… rígidas…

Que disimulaban… Que ahogaban…
Que me impedían moverme…
Cargué tanto peso… Estaba paralizada…

Tenía siglos de peso acumulado en mi espalda:
• Educación
• Ideas preconcebidas
• El qué dirán
• El deber ser
• Prejuicios
• Juicios
• Decretos

Me devaluaba…
¡ERA UN CUADRADO TRATANDO DE ENCAJAR EN UN CÍRCULO!
Cada vez que me preguntan: ¿qué pasó?, lo describo así:

“Yo era un mueble lleno de cajones, y un día…
¡la vida... se encargó de ponerlo boca abajo y de zarandearlo!
Todos los cajones se cayeron… vaciando su contenido… todo alrededor…
Una vez superada la sacudida, y un rato después de que se asentara el polvo,
pude darme cuenta del verdadero desastre… y de su magnitud!

Tuve, por que no me quedó de otra, que levantarme y empezar a revisar cada pedazo… cada recuerdo… cada herida… cada dicha… cada trozo de vida de 40 años. Cosas que me había encargado de guardar… muy bien, por que me hacían daño. Rencores, desaciertos, cosas sin terminar… círculos sin cerrar… errores, otros logros y victorias; amigos e historias, pedazos de mí y de mi vida…”

¡Waauuuhhh!!!
Fue un proceso largo… fuerte… doloroso…
Gratificante… Porque volví a construir la torre desde sus cimientos,
porque ahora es más firme, más fuerte y conciente…

Porque ahora
SOY RESPONSABLE DE TODO
Porque QUIERO SERLO,
NO una víctima de las circunstancias…
Sino, un hacedor DE MI PROPIO DESTINO

No fue fácil… tuve que empezar a valorarme, revaluarme, por darme cuenta de que, fuera como fuera, DIOS me quería y me aceptaba como soy, y así yo también me empecé a querer…

Me había olvidado de Maru … No me acordaba que quería vivir…y sentir…
Y que merecía quererme… y que me quisieran…
Que había huido… y me había escondido…
Por que mi vida no me gustaba… Pero no quería reconocerlo.

TENÍA MIEDO…
Mucho miedo… Y el miedo fue otra causa de mi inmovilidad,
de mi carga, de mi peso…
Todo este proceso lo he vivido acompañada por personas que me quieren,
amigos que lo han hecho más llevadero.

Y sobre todo de mis Maestros… mis guías… Son muchos a los que tengo que agradecer, porque tomados de mi mano me han ayudado a sortear este camino lleno de sorpresas, adversidades… y bendiciones….
Ellos son una de éstas!

He sido muy afortunada y no me canso de agradecer por todas las personas
que me ayudaron en la reconstrucción de mí misma.

“TODO LLEGA EN SU MOMENTO… TIENE UN POR QUÉ… UN PARA QUÉ… UNA SINCRONIA… UN HECHO TE LLEVA DE LA MANO HASTA OTRO…”

ASI HAN PASADO YA TRES AÑOS… ¡TODO ES PERFECTO!

¿Qué hice? He trabajado mi cuerpo, mi espíritu, mi alma, mi mente…
Esa mente que es tan difícil de domar y que a veces nos juega sucio!
Y que puede transformarse en nuestro peor enemigo…
¿Qué he aprendido? He aprendido un sin fin de cosas…

A tratar de vivir el AHORA, disfrutando y paladeando cada segundo… cada momento!
A sentir mi cuerpo, a escucharlo, a honrarlo, a referirme de EL como “nosotros”…
A tratar de no juzgar: Todo tiene un por qué, y para qué, ¡y es perfecto!
Que cuando el Alumno está listo, aparece el Maestro.

A dejar fluir… a no controlar a los demás, a la vida, a mí misma, a soltar…
Abandonarme en los brazos de la vida.
A perdonar porque te ayuda a crecer, a concientizarte,
por que yo lo acordé... y los demás también.

A no culpar… A responsabilizarme de mí, de mi vida.
De lo que hice, de lo que fui, ¡y de lo que soy!
A entender el verdadero significado del YO SOY.
“YO soy el UNO, SOY el TODO
Que Mi existencia es DIOS,
DIOS es mi existencia…”

Mi decisión de estar aquí, de ser quien soy, y de por qué hago lo que hago…
A aceptar que nada es bueno o malo.
“ES” y por una razón.
Que las razones no tenemos que entenderlas… sólo aceptarlas y confiar…

Que la vida se entiende cuando la vemos hacia atrás y revisamos el pasado.
A invertir energía en lo que quiero y necesito… a canalizarla hacia un fin…
a no mal gastarla.
Que si me lleno de pensamientos positivos estos se contagian y los puedes compartir.
Que la intención es lo que necesitas para hacer realidad tus sueños.

Que soy una ALMA vieja llena de contradicciones…
Que el equilibrio lo es todo en la vida… y hay que luchar todos los días por conseguirlo.
A poner mi vida en manos de DIOS… a confiar… a quitarme los miedos…
a luchar contra ellos… porque sólo paralizan.

A escuchar mi sabiduría interior, a hacerle caso a mi intuición…
A entender por qué le llaman a los 40 la edad de la ILUMINACIÓN.
A sentir PAZ… Que el termómetro es la PAZ. Que cualquier decisión tomada, si te da paz… es que tomaste la decisión correcta.

Que si no me valoro, nadie lo va a hacer por mí.

Que los golpes en la vida enriquecen, fortalecen y nos ayudan a crecer y madurar.
Que soy fuerte. Que las tempestades pueden hacerme temblar, doblarme, desmembrarme, pero no me rompo… ¡y puedo resurgir!

A sentir… en todos los sentidos, y con todos los sentidos. A abrir los ojos y ver lo maravilloso y grande que es nuestro universo, y que todo está en sincronía.
A ROMPER PARÁMETROS… A hacer mi camino… aún en contra de todos y de todo lo establecido.

Que lo único constante es el cambio. Que no hay que temerle, si no enfrentarlo. Y que los cambios derraman bendiciones.
A buscar mi pasión.
Algo por qué vibrar, que me dé otra razón para levantarme en la mañana…

Que meditando puedes hacer posible hasta lo imposible.
A reverenciar la Tierra en que vivimos, a verla como un SER que siente, respira…
A honrarla, igual que a la naturaleza.
Que la sabiduría de nuestros antepasados la tengo que recuperar y volver a valorar.
A despertar la memoria genética y aprovecharla.

Que el dolor disminuye cuando lo enfrentas, que si lo tomas entre tus manos…
mirándolo fijamente, en ese instante se va encogiendo, hasta desaparecer…
sanando sus consecuencias.
Que otros dolores se vuelven tus compañeros y aprendes a vivir con ellos, no a sufrirlos.
Que la FELICIDAD depende de mí, únicamente de MI… de querer serlo.

Y que puedes ser feliz aún con el corazón destrozado; porque es una actitud ante la vida… una decisión.
A concientizarme de todo y por todo, a abrir la conciencia.
A querer ser más conciente… a entender que lo que pasó fue por el grado de conciencia que tenía en ese momento.

Que soy afortunada… Soy la persona más rica de este mundo, porque cuento con la abundancia y la prosperidad en mi vida.
Que tal vez no tenga una mina de oro en el banco, ni todo asegurado, pero cuando miro hacia atrás me doy cuenta de que mis bolsillos estaban llenos…
Mis necesidades cubiertas, y que no me faltaba nada! Y que no me ha faltado nada!

A escuchar a mi corazón… Que su sabiduría es infinita, y que nunca se equivoca.
Que para pelear se necesitan dos… que basta que uno cambie de lugar, para evitar que suceda.
Que se puede dar carpetazo a los rencores acumulados, a las viejas heridas, a culpar… y poder olvidar… sanar… al fin poder perdonar.

Que mis hijos van a estar bien, en la medida en que yo lo esté.
Que no son un botín para negociar. Que son la parte más importante de mi vida, y que ellos también están conmigo porque lo eligieron.
Que no les puedo evitar el sufrimiento, sólo acompañarlos en el proceso, y tratar de hacerlo más llevadero…

Que cada uno lo va a asimilar a su tiempo.
Que han salido beneficiados a pesar de todo y de todos.
Que ellos salieron ganando: recuperaron a su Papá y tienen a una mejor Mamá.

Que el AMOR es… fue… y será la mejor herramienta con la que contamos
para vivir. Y que ES lo que nos hace vivir, el motor y la razón de nuestra existencia
nuestro mas valioso tesoro.
Que si yo cambio, todo cambia a mi alrededor.
Que si quieres cambiar el mundo, debes cambiar tú primero.
Que el tiempo es la mejor medicina, y que debemos aprovecharla.

A no exigir… A dar sin esperar… sólo por el gusto de dar.
A darlo todo… Amor, compañía, una sonrisa, un beso, un fuerte abrazo,
un apapacho, un apretón de manos, una mirada de ternura, un guiño,
una palmada en la espalda, un detalle, una flor, un amanecer, un te quiero…
un abrazo…

Y que esto enriquece. Que la tolerancia y la paciencia son las virtudes a ejercitar
en este momento de nuestra vida.
A amarme a mí misma primero, y antes que a nada, ni que a nadie.
Que nadie nos pertenece. Que sólo podemos tener a quien quiere estar con nosotros…
Que la soledad es un mito y un miedo encostrado.

Que si aprendemos a estar con nosotros mismos, nunca estaremos solos.
Que adentro de nosotros se encuentra un mundo maravilloso,
una sabiduría increíble que está esperando a que la descubramos y la apreciemos…
Además es gratis, y nunca te abandona.
Que el divorcio no es un fracaso, sino una oportunidad de crecimiento.

A cerrar ciclos… A olvidar el pasado. A perdonarlo… ¡y a perdonarme!
Que si has sido bueno y honesto, la vida te lo devolverá con creces.
Y que lo que siembras es lo que vas a cosechar…
Que la vida aún me tiene guardadas muchas sorpresas…
Y que tengo un largo camino por caminar.

Que las oportunidades te las va dando la vida, y que lo único que tienes que hacer
es estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado.
Que estos últimos tres años he sido más feliz que nunca en mi vida.
Que la vida es un círculo… Que un cuadrado no encaja en un círculo…
Que poco a poco fui limando las esquinas, haciéndolas redondas…

Y CAMBIÉ… y tres años después:
¡EL CIRCULO ENCAJA EN EL CIRCULO!
He comenzado a ejercer mi vida.
Mi vida está en armonía con la vida
¡POR FIN TOMÉ LAS RIENDAS!

“La vida se nos ofrece como medio de expresión de nuestro yo, dándonos sólo aquello que buscamos, cuando escuchamos a nuestro corazón”.